martes, 6 de julio de 2010

Afortunada, parte X: "afortunados" (1)

Bueno chicas les aviso q esta es la última parte de la nove, ya que tiene diez partes =D, y pues trataré de hacer un gran final, pero este no será el último capi....Además les debo decir q tengo una nueva idea en mi cabecita =D para una minific, y como estoy x salir a vacaciones de invierno...pues escribiré tanto como mi imaginación y vida social me deje xD....en fin, me he inspirado en este capi, salió largo y bueno, disfrútenlo =D,mñn no creo q suba xq saldré, el jueves demás q si :)

Y hoy empieza la parte morbosa :O

Afortunados, última parte de la nove (narra Edward)


-Edward, podemos hablar a solas- me preguntó, o más bien exigió, Emmet. Ultimamente he estado evitándolo, ya que no quería tener esa típica conversación de "la abeja y la flor" con el hermano de mi novia, bueno, no es que Bella fuera mi novia otra vez, en realidad, no sabía que diablos éramos, lo único que sabía es que en estos dos días que hemos debido soportar la visita de nuestros amigos han sido cada vez peores para mi relación con Bella, en el aspecto de no poder avanzar...
-claro Emmet- evadí los pensamientos que generalmente llegaban a mi mente cuando pensaba en Bella, algunos un poco morbosos.
-vamos a la terraza- comenzó a caminar hacia el patio trasero donde se encontraba la piscina, inmensa hasta un grado estúpido, el jardín, muy colorido y cuidado, y la terraza, donde fácilmente podrías hacer un fiesta de cien invitados, era como la terraza de un hotel, y Bella nunca la ocupaba.
-siéntate- me ordenó Emmet como si yo fuera una persona acusada e irrevocablemente culpable.
-Emmet...- quería suavizar el ambiente pero mi dulce cuñado no me dejó.
-Edward, esto es algo serio, no intentes tus trucos, recuerda que yo te los enseñé todos- suspiré pesadamente al ver que Emmet, como rara vez pasaba, no estaba bromeando- sabes que Bella y Nessie son muy importantes en mi vida, también sabes todo lo que tuvo que hacer Jacob para conseguir mi autorización para salir con Ness, y yo sé cómo realmente eres.
-Emmet, todo eso ha cambiado gracias a Bells.
-eso es lo que quiero tener claro, Edward eres un conquistador experto, sabes como tener a cualquier chica a tus pies, y de todas las personas de este mundo debías escoger a mi hermana.
-sabes muy bien que en el amor no se escoge, tú antes de ser el novio de Rose eras prácticamente su enemigo más odiado.
-¿amor?, ¿estás seguro que es amor?, a mi no me pareció ver tu "amor" cuando la dejaste marchar solo por unas cuántas palabras de Tanya- me dedicó una mirada fúrica y yo se la devolví.
-sabes que no fue así, además ya enmendé mi error, y no sé por qué te preocupas, jamás dejaría que nada malo le pasara a Bella.
-Edward, tú eres el único que puede hacerle daño a Bella, o más bien, quien puede dañar permanentemente a Bella, he visto como te mira, desde que somos unos niños que ella te mira así, y mira que coincidencia, justo cuando Bella decide usar faldas tú te enamoras de ella.
-eso no tiene nada que ver, Emmet, estás malinterpretando las cosas, Bella no es solo una chica más que pasará por mi cama y luego irá al olvido como las otras...
-muchas otras- me interrumpió Emmet.
-las personas cambian.
-Edward, recuerdo nuestras noches de fiesta, nuestros tiempos de chicos playboy, tu, yo, Jake y Jazz éramos unos malditos rompecorazones, no quiero que eso le pase a mi hermana- la mirada de Emmet destilaba la preocupación que mi relación con Bella le producía, decidí calmarme y explicarle mi punto de vista, o sino no llegaríamos a ninguna parte.
-Emmet, que nosotros cuatro hayamos sido unos rompecorazones es la prueba de que puedo cambiar, ya que ustedes ya han cambiado, lo mismo que les pasó a ustedes con Alice, Rose y Nessie me está pasando con Bella, créeme, la amo más que a nada, la vine a buscar aquí para recuperarla y no dejarla ir jamás, porque la única que puede separarnos es ella, ya que yo jamás lo volvería ha hacer, ya sé lo que se siente estar sin ella y haré todo lo posible para evitarlo- tomé un respiro ya que había dicho todo eso de golpe- la amo, la amo, la amo, me es imposible dejar de pensar en ella, me desespera el no estar con ella, y al mismo tiempo me enloquece cuando estamos juntos, es algo tan nuevo, tan increíble, tan especial- me detuve al ver la cara de estupefacción de Emmet- hey, no solo eres mi amigo, eres mi hermano, tal vez conoces mi lado playboy, pero también conoces mi lado sensible, ese que solo guardo para los que más quiero y en los que más confío, Bella es increíble, créeme, lo sé, cada día descubro más cosas de ella y siento que es más que perfecta, y haré todo lo que esté en mis manos para estar a su altura- suspiré lentamente al sentir que había soltado todo lo que tenía dentro, lo que ni siquiera a Bella le había dicho, pero no pude evitar la sonrisa al ver que Emmet tenía la boca abierta- Emm, si hubiera sabido que Bella sería mi chica y que me sentiría así de enamorado, jamás hubiera sido un chico playboy- creo que eso terminó de bajarlo a tierra, ya que me miró conmovido y comenzó a asentir frenéticamente con la cabeza.
-no sabes cuánto tiempo esperé a que este día llegara, el último de los playboy se ha enamorado, por fin has madurado, hermano- me palmeó el hombro amistosamente y sonrió de oreja a oreja- y...mmm...esto....sabes que Bella es virgen y...
-Emmet, no hablaremos de la inocencia de bella ¿o si?- le pregunté con una mirada suspicaz.
-pues, no es un tema que me guste divulgar, pero sé que aún no ha pasado, y también sé que pasará, no soy idiota, se nota que ambos quieren, pero espero que Bella no venga llorando a mis brazos diciendo que su primera vez fue todo un desastre ¿no?- ahora fue él el de la mirada suspicaz, yo levanté una ceja y sonreí de costado.
-no me gusta alardear Emm, pero sabes que mi experiencia me ayudará a llevar a Bella al cielo- Emmet me dió un golpe en la nuca y se rió conmigo.
-eres un idiota- dijo con sorna- no me refería a eso, sé cuanta experiencia tienes, me refería a que espero que no hayan corazones rotos, o por lo menos, no el de mi hermana.
-sabes que no pasará- le dediqué una sonrisa tranquilizadora.
-aunque debo confesarte que haber sido chico playboy tiene su lado bueno, Rose siempre queda alucinando con mis habilidades- se carcajeó y yo lo acompañé aliviado de que Emmet haya vuelto a ser el bromista de siempre- pero creo que deberías esperar a que nos vayamos y los dejemos solos.
-Emmet, sabes que se quedarán por al menos un mes, estamos de vacaciones, a un paso de Hollywood, en una mansión con una piscina municipal.
-bueno, en ese caso, menos mal son los únicos que duermen en el tercer piso...ahora que lo pienso, creo que esa fue idea de mi hermana ¿no?
-no lo sé, ojala pudiera leer la mente de ese pequeño demonio.
-¿pequeño demonio?, ¿hablan de Alice?- pregunté Jake saliendo de la casa en traje de baño seguido de Jazz, en las mismas pintas que Jacob.
-no, ese demonio no ha hecho nada malo hasta ahora.
-mmm, ¿y qué hacen ustedes dos aquí solos?- preguntó Jasper bromeando.
-le daba la charla de "la flor y la abeja" a Eddie- dijo Emmet riéndose a carcajada limpia.
-¿no crees que es un poco tarde para eso?, Eddie dejó de ser virgen hace mucho- siguió Jazz.
-¿alguna vez fue virgen?- se rió Jake.
-¿quien fue virgen?- preguntó Alice entrando con Bella y Rose, las tres en bikini.
-nada, amor, solo molestamos a Edward- le contestó Jasper abrazándola por la cintura.
-¿Edward virgen?, si claro- bufó Rose acercándose a Emmet y dándole un beso rápido.
-son dos palabras que no deberían juntarse en una oración- se burló Ness caminando hacia jake.
-esa es mi chica- se rió Jacob abrazando a Nessie.
-son unos hipócritas, ninguno de ustedes tiene una pizca de virgen- me defendió mi Bells, se puso a mi lado y me abrazó apoyando su cabeza en mi pelo.
-es cierto- dijo Emmet dándole la razón- la única virgen aquí eres tú- todos estallaron en risas al ver como Bella se sonrojaba.
-gracias, HERMANO- masculló mi novia recalcando la palabra "hermano".
-ya sabes las reglas, hermanita, molestas, te molestan- Emmet se volvió a carcajear.
-Bells, ¿aún eres virgen?, ¿qué te pasa Edward, has perdido el toque?- Jake se rió junto con todos.
-Jacob Black, no me hagas hablar- lo amenazó Bella mirándolo fijamente y modulando algo que no alcancé a entender, pero por como Jake empalideció, Bella debe saber algo que nadie sabe.
-vaya, vaya, en la mansión hay más polémica de la que creía- dijo Alice sonriendo maléficamente- ¿ahora que has hecho Jake?
-nada- contestó rápidamente- mejor disfrutemos de la piscina y dejemos las bromas, ¿cierto, Bells?
-cierto, Jake- contestó ella con una sonrisa divertida. Todos miraron a Jake con cara de lástima y burla, pobre, lo controlaba una chica que con suerte le llegaba al hombro, aunque si vemos mi situación...no es muy diferente, Bella podría hacer los que quisiera conmigo y me daría igual -bien, Edward te acompaño a cambiarte- Bella me dedicó una sonrisa traviesa, tomó mi mano y me guió hasta la puerta para entrar a la casa.
-si no llegan en quince minutos subiré- gritó Emmet antes de que Bella cerrara la puerta y el sonido de las risas de nuestros amigos se apagara.
-por fin solos ¿no?- me dijo con una sonrisa coqueta colgando sus brazos a mi cuello.
-no lo creo- le repondí mirando hacia la ventana donde Emmet miraba descaradamente, Bella rodó los ojos y me soltó para luego tomar mi mano y guiarme escaleras arriba.
-mi hermano es imposible, es decir, ya no soy una niña, sé cuidarme sola y no es como si tú fueras un peligro para mí, tampoco es como si él y Rose no hicieran nada cuando están solos, esto es inconcebible, mi propia madre me regala condones y él no puede aceptar que he crecido, no puede actuar como un guardaespalda todo el tiempo,él sabe cuanto odio que haga eso y aún así lo hace- ya estábamos en nuestra habitación y Bella seguía quejándose.
-amor, calma, es su trabajo como hermano mayor, ahora disfrutemos los doce minutos que deben quedarnos- le sonreí torcidamente y todo indicio de enojo se borró de su hermoso rostro para ser reemplazado por una picara sonrisa que me enloquecía.
-tienes razón, puedo guardar mi ira para Emm- volvió a colgar sus brazos en mi cuello juntándose a mi pecho, mi sonrisa se agrandó a ver lo ansiosa que estaba poniéndose de puntillas para alcanzar mis labios, para que ella no hiciera el más mínimo esfuerzo puse mis manos en sus caderas y la levanté a mi altura, mi chica casi automáticamente envolvió mis caderas con sus desnudas piernas, en momentos como este le daba gracias a Dios por la existencia de los bikinis...Bella me miró unos segundos fijamente antes de juntar nuestros labios en un beso desesperado, ya habían pasado casi 24 horas desde nuestro último encuentro a solas y ambos ansiábamos cada vez más el estar juntos. Nuestras bocas se fundieron en una sola, soldándose con nuestras lenguas que jugaban a quien dominaba, creo que Bella me ganaba, ya que casi siempre yo flaqueaba al sentir sus suspiros en mi boca, o simplemente sus labios sobre los míos.
-Bella- jadeé cuando comenzó a quitarme la camiseta, estaba sintiendo como el descontrol se apoderaba de mí, quería controlarme, quería hacerle caso a mi subconsciente que me decía a gritos que Emmet me mataría si me encuentra así con su hermana después de esa fortuita charla, pero mi instinto de hombre me decía que arremetiera a Bella contra la cama y que simplemente disfrutara.

Mi instinto siempre ganaba. El descontrol me jugaba una mala pasada...o tal vez una demasiado buena pasada.

Bella me desquiciaba, pasando sus manos lentamente por mi torso que iba siendo descubierto  al mismo ritmo desesperante, que te hacía anhelar que terminara pronto pero, al mismo tiempo, que jamás acabara...Bella me volvía loco.

Bella me tenía en sus manos...Bella me tenía donde ella quería.

Mis pensamientos se entorpecen cuando ella logra sacarme la camisa, por fin, y me mira devorándome solo con sus ojos, luego con sus manos, y solo deseo poder hacer lo mismo, ella solo llevaba un bikini que no dejaba mucho para la imaginación, porque la tenía entre mis brazos, la veía y me estremecía por mis pensamientos morbosos, era como una obsesión, una insana obsesión, porque al verla mis ganas de poseerla completamente eran desquiciadoras. Y esas ganas aumentan cuando Bella pasea sus dedos por la orilla de mis pantalones, tocando el hueso de mis caderas, haciendo que suelte un gruñido bastante animal y salvaje y que ella me conteste con un gemido bastante delatador...Pero lo vi todo negro cuando ella desabrochó mi cinturón, teniendo aún sus labios en los míos, me enloquecía, me satisfacía, me estremecía, me enamoraba cada vez de esta chica que se apretaba más a mí...No pude evitar empujarla, en un rápido movimiento contra la pared, bendita pared, que me dejó estar aún más cerca de ella, y donde ella pudo sentir lo que había producido en mí, que era muy visible en mi entrepierna, que causó en gemido bastante audible en mi Bella.
-Edward- jadeó en mi boca embriagándome con su aliento, ¿no se cansaba de hacerme sufrir?, pero yo amaba este sufrimiento.

Amaba perder el control con ella, porque todo se tornaba más...tentador, porque Bella sacaba a la bestia que no sabía que tenía y que ninguna otra chica había logrado despertar.

-Edward, Bella, no quiero abrir la puerta y encontrarlos revolcándose, escucho sus gemidos, si no bajan en un minuto derribaré la puerta- gritó Emmet desde el pasillo, en ese momento lo odié con todas mis ganas, y ese odio me trajo de nuevo al suelo, haciendo que extrañara el cielo... Miré a Bella con la respiración agitada, a penas a un centímetro de mis labios estaban los suyos, hinchados y enrojecidos, ella estaba aplastada contra la pared, y ese pequeño problema en mi entrepierna la hizo sonrojarse, no puedo creer que se haya sonrojado después de que me sedujo, pero esa era una de las cosas que amaba de ella,

su inocencia, la que pronto yo le quitaría.

lunes, 28 de junio de 2010

Afortunada, parte parte IX: "cayendo en tus trampas" (2)



previamente...
-Bella, no me puedes dejar así- me suplicó Edward acariciando mi mejilla y luego mi brazo lentamente, casi caigo, pero soy más fuerte que eso.
-Edward, por algo Dios creó las duchas frías, buenas noches amor- le di un casto beso en los labios y me fui corriendo a mi pieza, tratando de aguantar la risa, pobrecito, pero una pequeña venganza no le hace mal a nadie, además, haría las cosas más...interesantes.
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(narra Edward =D)


Había pasado casi dos horas mirando el techo desde que me desperté, ya eran las diez de la mañana, y después de haberlo meditado, aún no podía creer que Bella me haya rechazado ayer, ahora sabía cómo se sentía ella, pero por lo menos yo lo hacía con una buena razón, en cambio, Bella...No sé por qué lo hace ella.
Después de unos minutos de carcomer mi cabeza, decidí bajar a tomar desayuno, mi estómago ya estaba alegando por no haber comido nada ayer por la noche, pero no podía culparme, Bella me dejó estupefacto.
Me dio igual el estar solo con unos pantalones de algodón, el ambiente estaba bastante calurosos así que solo bajé. Al llegar a la cocina, para mi gran desilusión, estaba vacía, debo reconocer que tenía las esperanzas de que Bella estuviera aquí y que tal vez su autocontrol flaqueara un poco...Que iluso ¿no?, caminé hasta el refrigerador y saqué una caja de jugo para luego servirme en un vaso, luego saqué unos cereales de chocolate que sabía que a Bella le encantaban, no pude evitar sonreír mientras leía la caja y veía el infantil dibujo de esta.
-Edward- dijo una Bella asombrada, vale decir, petrificada en la puerta de la cocina, mirándome de arriba a abajo, sin poderlo evitar, mi sonrisa se agrandó, tal vez su autocontrol si flaquearía, como el mío lo estaba haciendo, Bella estaba con un short de seda negro con una camiseta de tirantes de la misma tela que hacía que su piel se viera aún más cremosa y muy apetitosa. Y ahí estábamos los dos, babeando el uno por el otro, ¡por qué Bella se empecinaba en hacernos sufrir así!
-Bella- la llamé haciendo que ella dejara de mirar mi torso desnudo y nuestros ojos hicieran contacto visual, puede sonar exagerado, pero había extrañado esos ojos.
-Edward- repitió ella pero con un poco más de decisión.
-¿cómo dormiste?- le pregunté mostrando una sonrisa cordial para entablar algún tema, pero ella se quedó con la mirada perdida, no sé si me miraba o no, pero tenía una cara como de "tonta enamorada" pero como si estuviera hipnotizada, no sé, algo difícil de explicar...
-bi..bi...e..en- me respondió tartamudeando un poco, lo que me pareció increíblemente tierno. Por alguna razón que no sé se sonrojó y bajó la mirada para luego ir al refrigerador y sacar algo para desayunar.
-Bella- la volví a llamar ya que estaba un poco ida.
-¿si?- me preguntó sin levantar la mirada, me levanté de la silla mirando como ella se servía leche en un vaso, me puse detrás de ella y le susurré al oído.
-¿por qué no me miras?- tuve la satisfacción de sentir como se estremecía, puse una mano a cada lado de la mesa juntando aún más mi pecho con su delicada espalda.
-¿de qué hablas?- susurró sujetándose de la mesa.
-mírame- volví a susurrar en su oído.
-Edward, no...
-mírame- la interrumpí y ella suspiró dándose la vuelta, enfocó sus ojos en los míos y me sostuvo la mirada, eso era lo único que quería, sentir como mis piernas flaqueaban por perderme en ese mar de chocolate que me envolvía y me cautivaba- no era tan difícil ¿o sí?- le pregunté acariciando su mejilla causando un suspiro de su parte, Bella cerró sus preciosos ojos y mi atención viajó a sus carnosos labios, mi tentación, mi perdición, lo único que deseaba ahora. Sin pensarlo demasiado me acerqué a ella, deteniéndome a no más de un centímetro de sus labios, sintiendo como nuestras narices se tocaban y como Bella aguantaba la respiración, disfrutando de esos segundos previos antes de llegar al paraíso, donde siente la impaciencia de llegar luego, pero sientes una sensación envolvente de alegría, eso era lo que sentía, pero nada se le acercaba a sentir sus labios sellarse con los míos.... Sin  más demora cumplí nuestros deseos y junté nuestros labios, encontrándome con el calor de su boca y degustando su sabor, tan exquisito que te hacía querer más y más, te desesperaba, como ahora yo me sentía... Desesperado... Busqué una forma de sentirme más cerca de ella, la apreté entre la mesa y yo, apreciando sus curvas contra mi cuerpo, sintiendo sus manos viajar de mis hombros a mi pelo y enredarse en él, disfrutando de esa sensación de sus dedos jugando con mi cabello, disfrutando de sus labios contra los míos, ambos ansiosos de sentirse más unidos, sintiendo como su cuerpo encajaba con el mío, sintiendo entre mis manos su delicada cintura...En un movimiento de puro instinto tensé mis manos entre su cintura y la subí al mesón para que quedáramos a la misma altura, y también para disfrutar de la sensación de sentir sus piernas rodear mi cintura, el ambiente se estaba poniendo más denso, necesitaba aire pero más la necesitaba a ella, y ahora que lo notaba, no solo necesitaba sus labios, la necesitaba completamente, necesitaba que Bella fuera mía de todas las maneras en las que he soñado. 
-Edward- jadeó Bella separándose un poco, buscando aire, nuestros labios aún se tocaban, y nuestros ojos estaban conectados, necesitaba sentirme más unido a ella y podía ver en sus ojos que no era el único que lo necesitaba... Tanteando el terreno, viendo si Bella no me detendría, mis dedos vagaron por su cadera y luego se colaron por debajo de su polera, por fin sintiendo la suave textura de su piel, mis manos no se pudieron quedar tranquilas, viajaron a su plano estómago, mientras yo trataba de encontrar algún signo de arrepentimiento de mi Bella, pero muy contrariamente, un suave gemido salió de sus labios, haciendo que mi autocontrol desapareciera. Sin aguantar mis impulsos rasgué su polera y junté nuestros labios juntando nuestros torsos, el de ella semidesnudo, disfrutando del contacto de nuestra piel. Para mi agrado y sorpresa, Bella comenzó a tocar mi torso, deteniéndose en cada cuadradito, como si los contara, suspirando en mi boca, volviéndome loco.
-vaya, vaya, ustedes no pierden el tiempo- Bella me empujó lejos de ella de inmediato al escuchar esa voz... la voz de mi inoportuna hermana, Alice... Le dije que me llamara antes de venir.
-¡Alice!- gritó Bella entre enojada, sonrojada, sorprendida y alegre, tratando de taparse.
-oh vamos Bella, te he vestido desde que tenemos memoria, no te preocupes porque te vea en ropa interior...y tú hermanito, me dijiste que las cosas no estaban muy bien, pero por lo que vi, todo está de maravilla- Alice me miró con una ceja escéptica y con sus manos en sus caderas.
-Alice, ¡por qué trajiste tantas cosas!- escuché la voz de Emmet afuera, o no, no, no, por favor Dios no.
-¿Emmet?- preguntó Bella bajando del mesón y abriendo los ojos como platos al ver entrar a su hermano, seguido de Rose, y luego Ness y Jake, y por último Jasper, ¡qué era esto, ¿un comité?!
-wooow, Alice, ¡no me digas que los interrumpiste!- Jacob se empezó a reír a carcajada limpia mientras Emmet se ponía rojo...creo que esa era la señal para salir corriendo.
-Edward Anthony Cullen- dijo entre dientes mirándome con los ojos entrecerrados.
-¿qué hacen todos aquí?- preguntó Bella poniéndose adelante de mí con sus manos en sus curvilíneas caderas.
-bueno, yo vine porque soy la representante de Edward, Rose y Nessie te extrañaban demasiado y querían felicitarte en persona y Jazz, Emmet y Jacob no pueden estar sin sus princesitas por más de 24 horas- explicó Alice dejando a Bella estupefacta.
-¿Alice es tu representante?, debí imaginármelo, ¿qué otra persona en el mundo podría hacer tantas cosas en tan poco tiempo?
-si, si, Alice es increíble, ¿a dónde nos quedaremos?- preguntó Jacob paseándose por la cocina, mirando todo impresionado- esto está increíble, ¿cuánto ganas Bells?
-que inoportuno Jake- le contestó Bella mirándolo con los ojos entrecerrados.
-hey, ¿así tratas a tus visitas?- una sonrisa perfecta apareció en el rostro de Jacob y Bella no pudo evitar respondérsela.
-Bella, hermanita- comenzó Emmet acercándose a mi Bella, se sacó su polera y se la entregó para que no estuviera semidesnuda en medio de la cocina- tenemos que hablar, aún no te he dado ESA charla- dijo mirándola fijamente haciendo énfasis en la palabra "esa", no pude evitar rodar los ojos.
-Emmet, estás loco- Bella se puso la polera y le quedaba enorme, pero se veía sexy, ya que al tener solo ese short la polera lo tapaba, pareciera como si solo tuviera la polera, dejando sus largas y cremosas piernas sin obstáculos para mi deseosa vista.
-hey, Romeo, deja de mirar así a mi hermana, un poco de decencia ¿no?- me dijo Emmet obligándome a correr la mirada.
-pues, bueno, Bella por qué no nos muestras la casa- dijo Nessie tratando de suavizar el ambiente.
-claro, vamos- Bella dio media vuelta quedando en frente de mí, me guiñó un ojo, tomó mi mano y nos guió hacia las escaleras...No sé que esperar de esta visita, solo sabía que estaba demasiado, mmmm, frustrado.