domingo, 18 de octubre de 2009

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 35: "llamen al cielo, se les callo un ángel"



De repente escuché como se caían todos los cuchillos, que debían ser unos cincuenta, los tres miramos a Bella con cara de “¿qué rayos hiciste?”, ella suspiró y nos miró avergonzada. -lo siento- dijo sonrojándose. -Bella, eso da lo mismo- dijo Alice, Tanya resopló- lo único que importa es como lo hiciste- ‘sabía que Bella tendría a Edward a sus pies en unos segundos, hay que solo mirarlos para ver la química que hay entre ellos’, salí de la cabeza de Alice de inmediato, no quería pensar en eso. -bueno, yo tengo un don- suspiró ‘yo y mis impulsos’, pensó. -¿puedes hacer levitar objetos?- le preguntó Tanya, Bella soltó una risita, ¡que hermosa era su risa! -no, puedo manejar lo que me rodea, es decir, puedo levantar un objeto, pero puedo hacer muchas más cosas, puedo matarte sin mover un dedo- contestó Bella con una sonrisa diabólica, que, debo aceptarlo, era bastante sexy. -no entiendo- suspiró Alice. -mira, con los objetos inanimados es mucho más fácil, ya que lo único que puedo hacer con ellos es moverlos, pero con seres vivos, es mucho más difícil, ya que es como si entrara en su cerebro y pudiera manejarlo a mi parecer, si a mi me apetece puedo hacer que exploten tus ojos en sus cuencas o dejar que la ponzoña deje de trabajar para que mueras lenta y dolorosamente, pero como eres mi hermana, jamás lo haré- le sonrió tiernamente a Alice, debo admitir que Bella estaba llena de sorpresas. -ah, entonces por eso los vulturis te querían en su guardia, obviamente- comentó Alice. -¡eres uno de los vulturis!- chilló Tanya, se me olvidaba que ella estaba ahí, la miré, estaba muerta de miedo, me paré y la tomé por los hombros. -será mejor que vayas a descansar, necesitas recuperarte de tu borrachera- le dije seriamente, ella solo asintió. -así es, Edward, lleva a Tanya a su habitación, yo me quedo con Bella, oye, vi como te miraba Mike. -¿quién es Mike?- dijo Bella con desinterés, aunque debo aceptar que me molestó demasiado que ese estúpido de Mike la mirara. -Edward, te puedes ir- Alice me miró cruzada de brazos, yo puse los ojos en blanco, tomé en brazos a Tanya y me la llevé a mi habitación, la recosté delicadamente en mi sofá, ella me miró a los ojos con tristeza. -¿quién es esa Bella? -una amiga, creo- la verdad es que estaba totalmente confundido. -mm- se quedó en silencio unos segundos, nos miramos a los ojos- Edward, yo, no sé, creo que te amo- susurró, se acomodó en el sofá quedando sentada. -yo, no sé, estoy algo confundido- eso era 100% verdad. -pero sé que sientes algo por mi, aunque sea poco, sé que lo sientes- se acercó un poco más a mí, eso también era 100% verdad, también quería a Tanya. -sí- wow, ¡qué aporte Edward! -yo no sé lo que haría sin ti- susurró, podía sentir su aliento chocar en mi cara, era verdad, sí que sentía algo por Tanya, pero Bella era diferente, era como si, no lo sé, como si fuera mi ángel salvador, como si todo fuera increíble porque ella está aquí, es como si eso que me faltaba ya lo haya recuperado. -creo que estoy demasiado confundido- susurré, pero ella solo se acercó más a mí. -yo te puedo ayudar con eso- me contestó, se acercó más a mi rostro y me besó, yo como un estúpido, caí en sus redes y la besé, enredé mis manos en su pelo, no me podía mentir, si sentía algo por Tanya, aunque también por Bella, pero igual los labios de Bella eran demasiado apetitosos. -emm, lo siento- dios, esa era la voz de Bella, me separé en un segundo de Tanya y desvié la vista a este ángel caído, su expresión casi me mata, estaba conteniendo las lágrimas, tenía una mueca en sus labios, se veía tan tortuosamente hermosa- lo siento, no quise interrumpir- su voz se le quebró en la última palabra, no podía soportar verla así- yo solo me venía a despedir, pero ya no importa- se fue cerrando de un portazo la puerta, no podía permitir que se fuera así, me paré en seguida y la perseguí sin importar los gritos de Tanya llamándome. -Bella, espera- la pude alcanzar justo cuando iba a salir por la puerta de la entrada. -¿qué?- dijo secamente sin darse la vuelta, aunque ni yo lo podía creer, me dolía su indiferencia. -lo que acabas de ver… -¿me lo imaginé?- me interrumpió sarcásticamente. -no, pero… -de verdad, no tienes que dar explicaciones- volvió a interrumpirme. -pero es que debo decirte que fue ese… -¿beso?, olvídate de él, nunca existió, yo te lo di pensando que tú me recordabas, pensé que como máximo habías dejado de amarme, pero no que me hayas olvidado, es que eso es demasiado, olvidaste todo lo que pasamos juntos, cada momento en el que…tú, yo nosotros- respiró profundamente dos veces para calmarse- de veras olvídate de esa estupidez, debí haber pensado lo que hacía, pero claro, al verte mi corazón dio un vuelco, la esperanza se pierde después de buscarte durante 100 largos años, en fin, espero que eso de que cuando besas a alguien en año nuevo te quedarás por siempre con él, te juro que espero que sea mentira, porque me he desilusionado completamente de ti, del amor, de tus estúpidas promesas cuando éramos humanos, de tus estúpidos impulsos con Tanya, de todo lo que hicimos cuando éramos humanos, de mis impulsos al besarte, me he desilusionado del destino, de todo, absolutamente todo- chilló, estaba totalmente histérica, aunque la entendía. -Bella, es que no sé lo que me pasa, por favor, entiéndeme estoy confundido, completamente confundido, por favor no te vallas, no puedo soportar el dejarte ir así- las palabras salían de mi boca a borbotones y con suerte yo me entendía, aunque al parecer ella me entendió. -¿crees que me iré por ti?, jamás, vine aquí buscando algo de paz, alejándome de mi pasado, ¿y crees que me iré porque haz destruido mi frágil corazón?, no volveré a caer por ti Edward Masen, digo, Cullen, ¿sabes?, mi amor por ti murió con tu apellido- ‘cuanto desearía que eso fuera verdad, aún me cuesta pensar cuando me mira con esos ojos’, al parecer los pensamientos de Bella no la apoyaban mucho, pero me conformaba con que ella se quedara en el pueblo. -está bien, ya entendí- agaché la mirada, ‘dios, ¿por qué tuviste que crear a un ser tan perfecto?’, a decir verdad Bella me subía cada vez más mi ego, aunque no era algo que me interesara. -me alegro, te veré en el instituto- ‘o en la noche, en mis sueños’, cada vez amaba más la voz mental de Bella, y sus comentarios… -¿irás al instituto?- la curiosidad mató al gato. -obvio, ¿esperabas que me quedara encerrada en mi casa todo el tiempo?- ‘es obvio que no me recuerda, o sino sabría que llega un punto en el que soy claustrofóbica’ -entonces, te veré mañana- hice una mueca al ver que faltaba mucho para eso. -en todo caso, mañana es feriado, es uno de enero- ‘uno se pone estúpida con el amor’, amé la frase que pensó Bella, hasta me identificó. -mm, sí, no me había dado cuenta, aunque es algo obvio- suspiré- pero ¿vendrás mañana aquí?-una pequeña esperanza afloraba en mi mente. -claro- contestó sin pensar- pero a ver a Alice- se corrigió, aunque su mente no pensaba en Alice en este momento… -entonces te veré mañana- en su rostro se dibujo una sonrisa picarona. -hasta mañana- se acercó a mi rostro y dejó un beso en la comisura de mis labios, aunque mi corazón no fue el que explotó por los latidos, fue el de ella.

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