martes, 12 de enero de 2010

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 62: "desenterrando recuerdos"


(la foto es de la cascada a donde van, si no recuerdan el capítulo del día en ese lugar, es el capítulo 28: "última día juntos")

-mami, estoy aburrida- Nessie llegó a mi pieza con cara de fastidio y una pequeña arruga que se formaba en su frente, mi pequeña niña que tenía tan solo un añito pero aparentaba cuatro y tenía la inteligencia de una adolescente se acercó a mi cama donde yo estaba sentada leyendo hace unos segundos, miró el libro que sostenía en mi regazo y sonrió- ¿puedo leer contigo?- me preguntó con entusiasmo repentino.

-mmm, creo que est libro no es para ti, ¿por qué no buscas algo en el estante de por allá?- le indiqué mi sagrado lugar donde guardaba todos mis libros, ella asintió más entusiasmada, al parecer había heredado mi adoración a los libros. Ness comenzó a leer los títulos, cuando no alcanzó a leer los libros que se encontraban a más altura tomó la silla de mi escritorio y se subió en ella, con la curiosidad escrita en el rostro siguió rebuscando entre los títulos.

-¿puedes ayudarme mamá?- me preguntó tratando de alcanzar un libro con sus pequeña manitas.

-claro- me levanté de la cama y caminé hasta la estantería, ella me indicó un libro con tapa roja y letras doradas, se me hacía bastante conocido pero no lo recordaba muy bien, lo saqué y leí su título, "complicado", una ráfaga de recuerdos vinieron a mi mente, los primeros días juntos con Edward, el primer día que lo vi en la biblioteca donde compré este libro, la primera vez que me perdí en sus ojos, recordaba esta historia, un amor imposible, un plebeyo y una princesa, todo un clásico, recordé las tardes con Alice leyendo el libro, recuerdo como este libro me ayudó a pasar el tiempo que estuve lejos de Edward.

-mamá- me llamó Nessie, pestañeé varias veces saliendo de mi ensoñación, volviendo a la realidad- ¿pasa algo con este libro?

-este libro es de la época cuando yo y tu padre nos conocimos.

-wow, ¿es bueno?

-mucho, ¿sabes?, podríamos mostrárselo a tu tía Alice, las dos nos pasábamos tardes enteras leyendo este libro.

-vamos, así podemos leerlo las tres- dijo Nessie con euforia, tomó el libro y salió de la habitación dando saltitos, sonreí al ver a mi hija tan llena de vida y energía, la seguí hasta llegar al living, sí ahora todos estábamos viviendo juntos como una gran familia, Alice estaba viendo una película con Jazz, podía escuchar desde aquí el sonido del piano, Edward estaba tocando, me encantaba cuando lo hacia, toda la casa se llenaba de sus hermosas melodías, me acerqué al televisor poniéndome en frente de él con Ness a mi lado impidiéndoles mirar la película a la parejita, nos miraron con frustración esperando que diéramos una explicación, levanté el libro para que lo vieran, en unos segundos tenía a Alice gritando como loca arrebatándome el libro y hojeándolo desesperadamente.

-dios mío, dios mío, dios mío, no lo puedo creer, ¿esto es un sueño?- Ali seguía gritando mientras Jazz me veía interrogatorio- tenemos que leer el final, nunca alcanzamos a leer el final, quedamos en la página 208, pon la maldita página!

-deja de gritar- dije quitándole el libro y buscando la página, era la última página.

-¿por qué no terminamos de leerlo si quedamos en la última página?- me preguntó Alice tratando de hacer memoria.

-porque llegó Edward y Jazz, nuestra propia historia- dije recordando como había dejado al pobre y solitario libro.

-¿qué pasa?- dijo Edward sentándose al lado de Jasper en el puesto que Alice antes ocupaba.

-¡cállate!- le ordenó Alice mientras me miraba para que empezara a leer.

-calma Alice.

-¡lee!

-está bien, tranquila, "No puedo creerlo, lo hicimos, escapámos, en este presiso instante tenía mis brazos alrededor de mi Ben mientras cabalgábamos hacia el horizonte, con el atardecer como fondo, el viento se llevaba las hojas que el otoño arrebataba a los árboles, el silencio se expandía contrastando con el sonido que hacía el caballo al correr, nuestras sonrisas llenaban el ambiente del inconfundible amor que nos llevó a hacer esta locura, pero sé que jamás me arrepentiré de cometerla, mi futuro está con Ben, solo él me otorga la felicidad que en otro futuro jamás pude haber obtenido, todo lo sufrido se opaca al senti el porvenir, mi pasado se borra por mi futuro, Ben me indica el camino adecuado, yo lo sigo dichosa de ser la dueña de sus mayores delirios, un simple te amo no alcanza para nuestro lazo, ninguna palabra en el mundo puede calificar este sentimiento que nos envolvía calidamente entre sus brazos, ningún sentimiento es comparable con esta dicha, con el sentirse completa al lado de otra persona, nada en este mundo se podría si quiera comparar con algo tan grande como lo que siento por Ben, mis sentimientos no tienen nombres, pero yo sé muy bien lo que significan, una eternidad perdida en los brazos de mi amado, muchas personas sueñan con sentir esto, no me excluyo de ese grupo, mis sueños eran protagonizados por un caballero en armadura, pero ni mis más locos delirios pueden acercarse a esto, un atardecer con la persona que amo, me ama, y que por siempre nos amaremos...Fin"- quedé pasmada al leer las Bellas palabras plasmadas en las desgastadas hojas del libro, un silencio sepulcral envolvió el ambiente, me dieron ganas de llorar por la ternura que me provocó la lectura, me había identificado tanto, nadie podía entender o si quiera nombrar mis sentimientos por Edward, era amor y mucho más, los sentimientos encontrados se revolvían en mi mente, solo quería estar en los brazos de Edward.

-¡que hermoso!- dijo mi pequeña Nessie emocionada con sus ojos vidriosos y una sonrisa torcida heredad de su padre- mamá me lo prestas, quiero leerlo desde el principio.

-cuando lo termines me lo prestas, quiero volver a leerlo- le pidió Alice con su voz suavizada.

-¿ese es el libro que compraste el primer día que nos conocimos?- me preguntó Edward mientras se paraba del sillón y se acercaba a mí.

-sí, no puedo creer que lo recuerdes.

-todos los detalles que te impliquen siempre los recordaré- cuando estuvo frente de mí puso sus manos en mi cintura y junto nuestros labios en un tierno y suave beso, fundiendo nuestros sentimientos, conviertiéndolos en la gran conmoción que nos provocaba un simple beso.

-Bella, Edward- nos llamó Alice para que nos separáramos, me alejé unos centímetros del rostro de Edward para luego mirar a Alice- ¿recuerdan nuestras pulseras?

-¿cuáles?- le pregunté con una ceja arqueada.

-¿las que nos regalaron en el cumpleaños de Bella?- le preguntó Edward con una sonrisa formándose en su rostro.

-las mismas.

-¿las que enterramos en chicago?- les pregunté recordando el último día que estube con Edward siendo humana.

-así es, ¿creen que...?- Alice nos quedó mirando con la euforia apunto de salir.

-tal vez sigan ahí- concordó Jazz.

-¿recuerdan como llegar?- les pregunté.

-yo lo recuerdo, era una cueva detrás de una cascada en un campo no muy lejos del castillo donde yo vivía- contestó Edward emocionado por los recuerdos.

-¿qué hacemos aqui?, deberíamos estar en Chicago!- chilló Alice eufórica.

-llegaremos en una hora si vamos corriendo, si vamos ahora volveremos antes del atardecer- dijo Jazz concordando con la propuesta.

-vamos- dije casi dando saltitos.

-vamos- chilló Alice caminando hacia la puerta- oh, esperen- desapareció por las escaleras y en unos segundos estuvo de vuelta- listo, les avisé a Carlisle y Esme solo por las dudas- nos avisó caminando hasta la puerta, cuando salió solo se vio un borrón seguido por nosotros.


Una hora después...

-Aquí está la cascada-susurró Alice incrédula, lo más seguro es que pensara que era un sueño, yo también creía eso, tantos recuerdos vinieron a mi mente de esa época donde solo existíamos los cuatro, recuerdos hermosos arruinados por un final no muy adecuado...Vampiros.
-no lo puedo creer- dijo Jazz en un hilo de voz caminando hacia la cascada, recuerdo cuando Edward se tiró al agua conmigo en sus brazos, en ese entonces estaba embarazada, recuerdo cuando nadamos hasta encontrar esa cueva que nos encantó al instante.
-para llegar a la cueva tenemos que nadar un poco- dijo Edward abrazándome por la espalda- ¿recuerdas ese día?- susurró en mi oído con un deje de diversión en su voz, no pude evitar sonreír al descubrir lo que quería hacer- ¿recuerdas lo que hice?- volvió a susurrar en mi oído haciendo que un estremecimiento recorriera mi columna vertebral y que mi aliento se atascara en mi garganta, ¿cómo podía, después de tanto tiempo, seguir teniendo esos efectos en mí?!
-lo recuerdo perfectamente- en un movimiento rápido me solté de su agarre tomando su mano antes de tirarme al agua haciendo que él viniera conmigo, sentir el agua alrededor de mi cuerpo fue único, no recordaba la última vez que me había bañado en mares o ríos, en este caso cascada, se podría decir que desde que era un frágil humana, desde ese día enq ue Edward me dejó, por fin salí a la superficie respirando el fresco aire con olor a pino, me encantaba.
-eres malvada- unos fuertes brazos aprisionaron mi cintura, Edward estaba a mis espaldas besando mi cuello, tendando a mi autocontrol.
-luego tendrán todo el tiempo del mundo en su luna de miel, ahora vamos a ver si siguen ahí- Alice paso nadando a una velocidad lenta a nuestro lado, disfrutando del roce del agua contra su cuerpo, la seguimos como la primera vez que vinimos aquí, comenzamos a nadar hasta donde caía la cascada, ya que nosotros estábamos en el río que esta formaba, cuando llegamos nadamos por detrás del agua que caía, quedando escondidos por la cortina transparente que la cascada nos proporcionaba, no puedo creer que aún exista esto, ¡ha estado más de un siglo!, yo pensé que en su lugar encontraríamos edificios y todo eso, pero no!, aquí estábamos entrando a la cueva, recordaba exactamente el lugar donde lo habíamos enterrado, el ambiente olía a sal y humedad, no era un aroma desagradable, pud ever con precisión como las paredes de la cueva brillaban en diferentes ángulos, en el suelo la arena había sido removida por el agua, las esperanzas de encontrar las pulsera bajaron, era imposible que después de casi 100 años aún estuvieran aquí.
-traten de encontrar el aroma a plata oxidada, lo más probable es que estén rotas o algo así- dijo Jazz mientras comenzaba a buscar por la cueva, lo imitamos oliendo cada ráfaga de viento que venía, buscando ese olor que tanto anhelaba sentir.
-encontré algo- nos avisó Alice excabando en la arena, siguió buscando hasta que se detuvo abriendo los ojos como platos, levantó su mano mostrándonos una de las pulseras, todos la miramos sorprendidos, creo que ninguno esperaba encontrar algo hoy, pero ahí estaba, oxidada, pero estaba, la pulsera de plata con el dije rectangular que decía "amigos por siempre", recuerdo que el día que me lo regalaron lo encontré un poco cursi pero un muy lindo detalle, y ahora verlo aquí, después de 100 años, el día que lo enterramos no se me pasó por la mente este futuro, los cuatro junto siendo vampiros, inmortales por la eternidad, pero ese era solo un detalle, lo único que me importaba era que estábamos juntos- busquemos los otros- dijo Alice ocn una sonrisa de oreja a oreja, seguimos con la búsqueda, buscamos y buscamos, removimos toda la arena de la cueva, pero nada, no había nada más que arena, pero por lo menos habíamos conseguido una, era mejor que nada.
-será mejor que regresemos, se hace tarde y se preocuparán- dije mientras me parabay sacudía toda la arena de mi ropa.
-sí, por lo menos tenemos una, eso es más de lo que esperaba- dijo Edward imitando mis acciones.
-vamos, esta es una reliquia, hay que guardarla- Alice puso la pulsera en un bolsillo de sus jeans y tomó la mano de Jazz para salir de la cueva, nosotros los seguimos hasta que llegamos al fin de la cueva, ahora debíamos comenzar a nadar para llegar a la orilla, y así lo hicimos, disfrutando de los últimos segundos en el agua salimos del río totalmente empapados, todos con el rostro sonriente, y es que no todos los días encuentras pulseras de la amistad de hace un siglo.

Dos horas después.

-y esa es la historia, en el último día decidimos hacer algo especial, fuimos a ese campo abierta, descubrimos la cascada, luego la cueva, guardamos esto como un tesoro- Alice levantó la pulsera ante la atenta mirada de carlisle, Esme, Rose, Emmet, Nessie y Jacob (quien estaba aquí cuando llegamos), tuvimos que explicar el por qué de nuestras ropas húmedas.
-es una hermosa historia- dijo Rose, tomando la pulsera y examinándola entre sus dedos.
-así es- concordó Nessie mientras bostezaba, Jake soltó una risita y la tomó en sus brazos depositándola en su regazo y acomodándola en su pecho, ella aceptó encantada la cuna de sus brazos cerrando sus ojos y bostezando por última vez antes de llegar a un sueño profundo, me pareció tan tierna esa imagen.
-Jacob, ¿por qué no llevas a Ness a su habitación?- dijo Edward en un gesto que jamás me esperaría de él, ¿qué pasó con sus sobrenombres?, chucho, perro, chupasangre, sanguijuela, Jake no se inmutó ante la petición, solo asintió con una sonrisa en sus labios y subió las escaleras- Bella quieor darte algo, ¿podemos subir?- tomó mi mano dirigiéndome hacia las escaleras, lo miré curiosa antes de comenzar a caminar a su lado tomados de la mano, cuando llegamos a nuestra habitación cerró la puerta y caminó hasta la cama, hizo que me sentara en ella, luego rebuscó algo en el armario, sacó una caja forrada de plush azul oscuro del tamaño de un acuderno más o menos, lo miré alzando una ceja, él me regaló una sonrisa antes de sentarse a mi lado.
-¿qué es?- le pregunté con la curiosidad aflorando.
-¿recuerdas tu último cumpleaños como humana?- me preguntó tomando mi mano y acariciando mi palma con su pulgar, yo solo asentí deslumbrada por el poder de sus ojos ámbar, sus efectos en mí eran cada vez más fuertes, aunque fuera casi imposible- ¿recuerdas mi regalo?- hice memoria, comencé a buscar en mis recuerdos, me encontré a mi y a Edward en nuestra habitación en el año 1918, él me sonrió, comenzó a besarme , puso sus manos en mi cuello y me puso un collar, se separó de mi con una sonrisa, el recuerdo se esfumó de repente, haciendo que yo quedara encantada con los gestos de Edward, solo pude asentir, si que lo recordaba- ya que estamos desenterrando recuerdos pensé que sería el momento perfecto para darte esto- él abrió la caja mostrándome una réplica idéntica al original, el collar de oro blanco contrastaba con el azul de la caja, resaltaba el dije de diamantes en forma de corazón, mis ojos se abrieron desmesuradamente, miré a Edward y luego al collar sin poder creer que él hubiera hecho eso- ¡te gusta?- me preguntó Edward, sentí el deja vú en su pregunta, la misma de hace cien años, le sonreí y me acerqué a su rostro para darle un beso en la mejilla.
-me encanta, gracias- susurré en su oído para después abrazarlo, dejando mis manos jugar con su cabello.
-me alegra que te guste- dijo mientras ponía sus manos en mi cuello, sentí algo más en él, Edward me estaba colocando el collar, solo pude suspirar como una tonta enamorada, Edward soltó una risita por mi reacción- te tengo otra sorpresa- me separé de él para verlo con una ceja alzada.
-¿cuánto dinero has gastado?- él rodó los ojos mientras volvía a juntarme a su pecho.
-eso da igual, lo único que me importa es que seas feliz, y esto es para que los dos lo disfrutemos- me sonrió picaronamente mientras la curiosidad me molestaba en mi cabeza- ¿quieres saber qué es?- me mordí el labio y asentí, Edward levantó un sobre blanco con mi nombre en él, lo dejó en mi regazo, yo lo tomé y lo abrí, una sonrisa se extendió en mi rostro y una idéntica se posó en el de él, dos boletos de avión tenía entre mis manos, destino Brazil, mmm, sol, playa, arena, Edward, yo, solos, una corriente de electricidad me recorrió de pies a cabeza, mi preciada luna de miel- ¿querías una luna de miel?, siempre te daré lo que tú quieras- acercó su mano a mi rostro y puso un mechón de pelo detrás de mi oreja, mi corazón latió más rápido, él sonrió en respuesta, sabía que le encantaba comprobar lo estúpidamente enamorada que estaba de él.
-gracias- susurré mientras él ponía su mano en mi mejilla, descansé mi cabeza en su mano, cerrando los ojos, disfrutando de sus caricias, de su carcanía, su sola compañía me hacia llegar al cielo.
-te amo, Bella- lo sentí tan cerca que abrí los ojos como platos, él estaba susurrando en mi oído, besando mi cuello, bajando sus manos recorriendo mis costados hasta llegar a mi cintura, me juntó más a él, yo me puse en su regazo con una pierna a cada lado de sus caderas, me apreté más a su pecho sin aún separar nuestros labios, Edward fue recostándose de a poco en la cama hasta que yo quedé encima de él, con mis manos en su pecho, sintiéndo mi alocado corazón ir en una frenética carrera, nuestras respiraciones convertidas en jadeos, sus manos comenzaron a recorrer mis curvas, el increíble deseo que siempre estaba ahí pero que en estás situaciones estallaba me estaba matando de ansiedad, fui bajando mis manos, recorriendo sus músculos por sobre su polera.
-mmm- un gemido se me escapó cuando Edward pasó sus manos por el bordé de mis jeans, pasé mis manos por debajo de su polera, ahora podía apreciar su suave contacto, sus tentadores músculos.
-Bella, Edward, Ness se despertó y no deja de llorar por ustedes- Rose comenzó a tocar la puerta apagando todo el fuego que habían formado nuestros besos y caricias, gemí, pero ahora de frustración, luna de miel, definitivamente eso necesitábamos.

Nota de autor: uuyyyyy chicas si sorry pero les corté el lemmon :p, soy malaa xD ajajjajajaj en fin así es, ya se acaba, ¿con qué?, la luna de miel de Edward y Bella, ¡si!, ya dos veces les he cortado el lemmon, y he recibido MAÑANA EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE UNA ETERNIDAD PERDIDA EN TUS OJOS , sip, ¿y con qué lo finalizo?, la luna de miel de Edward y Bella!!!, he recibido muchas QUEJAS porque ya es la segunda vez que les cortó el lemmon, así que mañana en el último capítulo habrá el tan esperado lemmon que mnuchas lecotras me han pedido, en serio por msn!, así que me inspiraré y lo escribiré, para las q NO LO QUIEREN LEER marcaré cuando empieza y cuando acaba el lemmon, así que no es necesario que corrompan su mente con mi nove :D, un saludo para todas mis lectoras, ahora escribiré el capi de afortunada :P, un saludo especial a la señorita PEPONA, gracias por compartir a Edward conmigo, tambien gracias por siempre comentarme, cada vez que subo siempre me comentas! :D, así que el último capítulo de mi nove va dedicado para ti, mañana lo veras!!!!, y obviamente no puedo olvidar a mis demás lectoras, gracias de todo corazón!!!!!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario