lunes, 11 de enero de 2010

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 61: "mi pequeña Renesme"


-aquí están los chocolates que me pediste, amor- mi increíble esposo me entregó la exquisita barra de chocolate con una sonrisa deslumbrante.
-¿es de chocolate dulce?
-sí.
-¿con relleno de frutilla?
-sí.
-¿y con trocitos de almendra?
-sí, Bells todo lo que me pediste- Edward me miró divertido de la situación.
-ah pues gracias, tenía este antojo, ¿se te hizo muy difícil encontrarlo?
-ni que lo digas, ¿en dónde puedes encontrar un chocolate con relleno de frutilla y trocitos de almendra?, pero todo por ti mi amor- se acercó a mí y me robó un beso rápido de los labios, un leve tono rosa se posó en mis mejillas, parecía un poco estúpido que aún me sonrojara por los lindos gestos de Edward, pero me era imposible no caer en sus redes. Me senté en unos de los sillones de cuera de la sala de la mansión Cullen para poder disfrutar a gusto mi chocolate, abrí el envoltorio resiviendo el tentador aroma tan dulce, se me hizo agua la boca, mordí un pedazo disfrutando de como se derretía el chocolate en mi boca dejando salir el suave y cremoso relleno de frutilla con los diminutos trocitos de almendra, sentir como crujían en mi boca, era mágico.
-¿cómo está la niña preñada?- Emmet entró en la sala con una sonrisa burlona, venía con Rose tomados de la mano, ¡que tiernos!, ¿nos veríamos así con Edward?, obvio, aunque yo no me veía como Rose, ya que tenía una panza de embarazada, aunque no me incomodaba, ya no tenía la cintura de antes, aunque por mi bebé hago de todo, aún no sabíamos que sería, pero eso daba igual, con que naciera sana yo ya estaría eufórica, y he luchado por eso, dejé atrás mi miedo a engordar, después podría ejercitarme, ahora debía comer por dos personas, bueno, en realidad comía como por cuatro personas, pero así son los antojos...
-bien, comiendo- le respondí levantando la barra de chocolate que Edward me había dado, Emmet se rió mientras Edward se venía a sentar a mi lado abrazándome por los hombros, acomodé mi cabeza en su pecho y mordiqueé otro pedazo de chocolate, ¡dios que rico!-mmmm, ¿sabes que vendría fantástico con este chocolate?- le pregunté a Edward levantando mi mirada.
-¿una soda de dieta?- broméo Emmet, lo miré mal, yo debía comer por mi bebé, pero antes de que pudiera defenderme Rose se me adelantó pegándole en la nuca.
-no puedes molestar a una embarazada- bien, ese no era el mejor argumento que pudo haber utilizado en mi defensa...pero la intención es lo que importaba.
-¿cómo decía amor?- me preguntó Edward para que siguiera.
-¿otro antojo, Bellita?- Jazz y Alice entraron al living riéndose de su comentario.
-así es, tengo unas ganas de comer un trozo de filete asado, me lo comería con el chocolate simultáneamente, mmmm- me mordí el labio imaginando ese extraño pero repentinamente tentativo sabor.
-¡qué asco!- dijo Alice con una mueca de horror en la cara- hasta para una humana es extraño.
-no te metes con lo agridulce- la amenacé apuntándola con la barra de chocolate, Alice levantó los brazos rindiéndose.
-claro amor, iré a hacer el filete- Edward se iba a levantar pero yo lo detuve.
-quiero que te quedes conmigo- murmuré con una pucherito, Edward me regaló una sonrisa torcida, mi favorita- Emmet- giré mi rostro hasta Emmet mirándolo con ojitos de cordero degollado.
-está bien, solo porque tienes antojo de Edward él queda libre, eso es injusto- se fue con Rose a la cocina con una cara de amurrado.
-tienes a todos bajo tus pies, Bella- se burló Jasper.
-ya que lo mencionas, ¿podrías hacerme un jugo de Frutilla, limón y mango?
-¿de dónde sacas esas combinaciones?- me preguntó mientras caminaba hacia la cocina con Alice de la mano.
-estás bastante antojada- comentó Edward mientras jugaba con un mechón de mi pelo, yo me acerqué más a él sentándome en su regazo y acomodando mi cabeza en su hombro.
-la verdad el jugo no era antojo, solo quería estar contigo a solas- le di un beso en su cuello haciendo que él se estremeciera.
-mmm, no hemos tenido mucho tiempo a solas- concordó Edward.
-estaba pensando...- me detuve al pensar que tal vez a Edward no le gustaría la idea.
-¿qué pensabas?- me preguntó él levantando mi mentón con uno de sus dedos.
-pues, nunca tuvimos una luna de miel y, digo, tal vez, después de que el bebé cresca un poco, es solo una idea, podríamos ir a algún lugar, solos, o sea, solo si quieres...
-Bella, calma, obvio que me encantaría tener una luna de miel contigo, la verdad es que es una increíble idea- me regaló una última sonrisa antes de juntar nuestros labios en un tierno beso, nuestros labios pedían a gritos sentir al otro, nuestras lenguas gemían por sentir el sabor de nuestras bocas fundirse, nuestros cuerpos rogaban por más que un beso.
-bueno, bueno, la pareja feliz se separa, no queremos que Bella se muera de hambre por dejar de comer por cinco minutos- Emmet nos interrumpió haciendo que nos separáramos a regañadientes, lo miré feo no solo por separarnos, también por la "bromita"
-ni que comiera tanto.
-come y calla, Bells- dejó el plato de filete en la mesa de centro, luego Jazz dejó un gran vaso con mi innovador jugo.
-gracias- dije sinceramente al sentir como el apetito llegaba por ver como el jugoso filete me esperaba, tomé la barra de chocolate y la dejé a un lado del plato, con los cubiertos partí un trozo de filete y lo metí a mi boca, luego me comí un pedazo de chocolate, comencé a masticarlo, ¡wow!, que experiencia de sabores, aunque estaba segura de que si no estuviera embarazada hubiera vomitado, en mi estado esto me encantaba.
-que asco- repitió Alice mirándome ceñuda.
-es exquisito- tomé un sorbo de mi jugo, ooooh era tan refrescante- déjenme ser- reclamé cuando vi como me miraban.

1 mes después.

-Bella tranquila, tranquila, respira profundo, necesitamos que dilates para poder ponerte la anestesia- Alice trataba de tranquilizarme, estaba con ell y Rose en la sala improvisada que habían construido en mi pieza.
-oh mierda, duele demasiado- cerré los ojos fuertemente apretando mi panza en un débil intento de parar el dolor que me atormentaba.
-Bella aguanta, solo serán unos minutos más, quizás segundos- Rose me tomó por los hombros y comenzó a respirar profundo para que la siguiera, así lo hice y me tranquilicé un poco.
-estoy mejor, gra...oh- volví a cerrar los ojos al sentir una patada de mi pequeño- oh mmierda, diablos, maldición, diablos, maldito dolor, maldito dolor, mierda paren el dolor- sentía como si me apretaran la panza hasta hacerla reventar, el dolor me estaba desesperando, solté un gemido de dolor hasta que sentí algo correr por entre mis piernas, miré hacia abajo, había reventado la bolsa, ¡ya venía!
-oh, oh, oh, ¡aquí viene el bebé!, ¡Edward!, ¡Carlisle!- Alice comenzó a gritar como una loca mientras yo estaba viendo las cosas un poco borrosas.
-dios, Bella, reacciona- Rose me dio pequeños golpecitos en el rostro para que despertara, me despejé un poco pero seguía como media ida.
-¡está lista?- Carlisle entró a la pieza con todo su equipo, atrás lo seguía Edward con una cara de asustado, ¡que tierno!
-mmm, Edward me duele- me quejé tirándome a sus brazos, él me tomó en brazos y me llevó hasta la cama, comenzó a acariciar mi rostro tratando de tranquilizarme mientras Carlisle preparaba todo.
-calma amor, lo harás bien, todo estará bien- Edward seguía tranquilizándome, traté de respirar profundo para que sus palabras surgieran más efecto.
-ya está, Bella sentirás un pequeño pinchazo, nada muy doloroso- Carlisle me pinchó con esa gigante aguja, no fue tanto como yo pensaba- bien, ahora te dolerá menos, necesito que te tranquilices, respira profundo- le hice caso, comencé a inspirar y expirar, ¡sí, el dolor se estaba llendo!, Carlisle se dirigió a mis piernas y las abrió delicadamente, me sentí un poco avergonzada, pero daba igual, todo por mi bebé- ahora quiero que pujes con toda tu fuerza- sentí como Edward apretaba mi mano dándome el apoyo que tanto necesitaba- puja Bella, puja- y así fue, pujé con todas mis fuerzas, apretando lo más fuerte que pude la mano de Edward, puje hasta que el aliento se me fue en ello- bien, Bella, falta poco- escuchar esas palabras fueron una bendición- cuando salga la cabeza ya no será problema sacar el cuerpo- volví a pujar una, dos, tres, perdí la cuenta de las veces que puje, solo sabía que estaba casi moliendo la mano de Edward, pero necesitaba un apoyo y él no se quejaba- bien Bella una última vez.
-mmm- lo único que salía de mi boca eran sonidos sin sentido, traté de canalizar mis fuerzas aunque estaba demasiado débil, pujé una última vez antes de caer rendida en la almohada.
-bien, Bella, lo hiciste, lo lograste- escuché la voz de Alice gritar de alegría, pero no podía verla, no podía abrir mis ojos del cansancio.
-lo hiciste amor- sentí los labios de Edward en mi frente, se me escapó una sonrisa, todo había acabado, todo estaba bien como Edward me había dicho.
-es una mujer- escuché como Carlisle soltaba una risa de alivio, por fin pude reunir la fuerza para abrir los ojos, me encontré con un pequeño bebé lleno de sangre, estaba en mi pecho sostenida por Edward, me regaló una sonrisa antes de dirigir su atención a nuestra bebé, lo imité y bajé mi mirada, ahí estaba mi pequeña, hasta llena de sangre se veía adorable, tenía unos rulos del color de Edward, ahí estaba mi pequeña Renesme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario