domingo, 20 de diciembre de 2009

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 59: "decisiones"

Y aquí estábamos, en un lugar perdido en el bosque, esperando la aparición de los Volturis, estábamos en Octubre, las hojas de los árboles caían en sus colores cálidos, llenaban el ambiente, le otorgaban un poco de paz a la pronta pelea, todos estábamos nerviosos, formados en una fila, solo nosostros, A la derecha comenzaba Emmet, Rose, Alice, Jasper, Carlisle, Esme, yo y Edward, los lobos llegarían después, para que el "arma secreta" de verdad los tomara sorprendidos, queríamos que se confiaran, que creyeran que nos iban a ganar fácilmente, luego se desilucionarían de su poca ética al pensar que yo no estaría preparada después de vivir cien años con ellos.
-un minuto- susurró Alice, estaba asustada, y tenía razones para estarlo, podíamos ganar o perder, nada estaba escrito, podíamos morir o vivir, nadie lo sabía, y ahora estábamos a treinta segundos de saberlo, saber cual era la bendita, o maldita, arma, respiré profundo, sentí la mano de Edward apretar la mía a modo de apoyo, di vuelta la mirada para encontrarme con sus ojos dorados que tanto amaba, encontrarlo fue lo mejor que me ha podido pasar en mi existencia, no podía dejar que nada malo le pasara, ni a mí ni a él, no concebía un mundo sin él, estando viva o muerta, debía estar junto a él, ya no podíamos separarnos- llegaron- abrí los ojos como platos al escuchar la voz estrangulada de Alice, ella no quería morir, y por mi culpa, era lo más probable.
-no es tu culpa- dijo Edward en un susurró.
-no es lo que creo- le respondí agachando la mirada.
-shh, cuando acabemos con ellos podemos discutirlo- nos hizo callar Esme, la miré, me dedicó una sonrisa, nadie me culpaba...excepto yo. Decidí olvidar todo eso, miré hacia al frente, en cualquier momento aparecerían, y dicho y hecho, pude ver una hilera de vampiros, como yo lo había predicho, los más "débiles" o menos importantes, encabezaban la marcha, luego estaban Demetri, Laurent y Félix, luego mi padre y mis tíos, mis prontos asesinos, luego Jane y Alec y algunos otros vampiros, traté de localizar a una persona que estaba segura, estaría aquí, atacándome, tratando de matarme, Tanya, pero no, no estaba, arrugue el ceño por la confusión, ¿no había arma?
-Carlisle- dijo Aro cuando llegaron a una distancia prudente, habían unos tres metros entre nosotros, demasiado cerca para mi gusto.
-Aro- respondió Carlisle en un tono neutro que no demostraba mayor emoción.
-¿cómo has estado?
-preparándome para algo injusto, ¿y tú?
-arreglando algunos caboz sueltos- suspiré, dijéramos lo que dijéramos ellos atacarían, tenían esa mirada asesina, sus ojos rojos estabban más bien negros, un poco cegados por lo que gozan matar a las personas, sean o no inocentes- Isabella, salve mio Bella- ¿cómo tiene el descaro de saludarme cuando quiere verme muerta.
-come è tutto a Volterra, morti, innocenti, ingiustizia?- (¿cómo va todo en volterra, muertos, inocentes, injusticias?), no podía saludarlo sabiendo sus intenciones conmigo y mi familia...
-non è male, siamo stati di famiglia- (no seas mala, nosotros fuimos familia)
-prima- (antes), su rostro se deformó por la tristeza y desilución- dime tus intenciones conmigo y con los que quiero y demuéstrame que aún seguimos siendo una familia- nada de rodeos, yo quería la verdad, quería saber si sus intenciones eran tan crudas como yo lo pensaba.
-la traición se paga- respondió con tono sombrío.
-¿estás seguro de lo que dices?, ¿qué traición, tío?
-la que estás apunto de cometer- dijo Cayo, se adelantó hasta ponerse al lado de Aro, entrecerré mis ojos, esto no podía ser más estúpido.
-¿me acusan por algo que aún no he hecho?- les pregunté con incredulidad, debo admitir que me dolía esto, ellos fueron mi familia por casi un siglo, nos apoyamos, formamos lazos, compartimos momentos, nunca pensé que terminaríamos así.
-mejor prevenir que lamentar- ¿qué diablos acaba de decir la persona a la que llamo padre?, ¿Marco dijo eso?, la persona en la que confié, la que me enseñó tantas cosas, eso fue un golpe bajo para mis sentimientos, él se adelantó hasta ponerse al lado de sus hermanos.
-muy sabio, padre, aunque nunca es bueno adelantarse a los hechos, podrías haberlo confirmado, no te puedes basar en prejuicios, solo en hechos, ¿recuerdas?- Marco me miró con dolor en los ojos, estaba recordando lo mismo que yo, una de mis clases, hace más de ochenta años, me enseñó que nunca podías guiarte por prejuicios de la gente, solo por los hechos, las acciones que ellos hacían, las palabras se iban, los hechos se guardaban, además es fácil decir cosas, pero hacerlas es todo un reto, esa fue una de las lecciones más importantes que había recibido de Marco.
-te fuiste- me culpó apretando sus dientes.
-no podía quedarme ahí, si en verdad te importara lo entenderías.
-tal vez ese es el problema- nuestras miradas se cruzaron, pues si guerra era lo que querían, guerra tendrían, Cayo levantó su mano he hizo una señal, conocía más que bien esa señal, Jane empezaría a atacar, luego Alec, cuando estuviéramos moribundos los demás atacarían, pero yo no lo permitiría, con mi don adormilé a Jane y a Alec, ellos se tambalearon hasta caer al suelo suavemente, luego encargué de la primera fila, dejando en la mira a Laurent, Demetri y Félix, ambos mirándome con un rostro sin expresión, no quería lastimarlos, solo ocupé mi don al igual que con Jane y Alec, pero sorpresivamente no hubo efecto en ellos, lo intenté de nuevo, nada, otra vez, nada, esto me estaba enojando, ¿le pasaba algo a mi don?, estaba bastante lejos de Laurent y tampoco me sentía débil, intenté una vez más hasta que una sonora carcajada me distrajo, era Laurent, lo miré furiosa.
-Bella, Bella, mio Bella, ¿creíste que no vendría preparado, me has dejado un buen tiempo como para mejorar, ¿no crees?- me miró sonriente con esos ojos rojos que tanto me repugnaban.
-¿de qué hablas?- traté de que mi tono sonara seguro y lo logré, sonó firme y sin ningún deje de duda ni mucho menos miedo.
-pues ¿recuerdas mi escudo?- solo asentí- he mejorado, eres la única a la puedo atacar y eso me encanta, mi sola presencia puede producir tu muerte, mi escudo se expande, no podrás lograr atacarnos, estás perdida Bella- terminó con otra risa, de esas que te producen escalofríos, cerré los ojos fuertemente, vamos, si él podía evolucionar su don yo también ¿no?, podía vencerlo, sería muy injusto que todo llegara hasta aquí nada más, no ahora quee staba feliz con Edward y mi nuevva familia, no ahora que era una Cullen.
-ataquen- murmuró Cayo con voz segura, firme, lo miré con los ojos como platos, él me devolvió una sonrisa fría y furiosa, estábamos perdidos, sentí otro apretón en mi mano, miré a Edward, él me sonrió y me dio un beso rápido en lo boca, inmediatamente me llenó la paz de su presencia, le devolví la sonrisa, con él todo estaría bien, Edward era mi ángel de la guarda, jamás dejaría que nada malo me pasara. Volví mi vista al frente esperando el primer movimiento, Laurent, Félix y Demetri comenzaron a acercarse, escuchaba los pasos de Laurent, no quería volver a sentir su don atacándome, no otra vez, no, no, a su tercer paso ya comencé a sentirme más débil, gemí, comenzó el hormigueo en mi cabeza, comencé a respirar asperamente, sentía la mirada de Edward en mí, no quería que esto volviera a pasar, agaché la mirada tratando de calmarme, todo pasó tan rápido, pero yo lo vi en cámara lenta, mi respiración era agitada, pero yo la sentía acompasada, levanté la mirada, Jasper se tiró contra Laurent, Emmet contra Demetri, Edward contra Félix, Carlisle y Esme comenzaron a atacar a los de la siguiente fila, Aro, Marco y Cayo solo observaban la batalla, yo caí de rodillas al piso, Laurent le estaba ganando a Jazz, él sabía todas las tácticas de batalla de los Volturis, Jazz no tenía oportunidad, tampoco Edward ni Emmet ni Alice que empezó a atacar a otro vampiro que no reconocí, traté de pensar, ahí tirada en el suelo, sintiendo como mi cuerpo empezaba a fallar por la cercanía de Laurent, de repente sentí un rugido desgarrador, miré hacia donde provenían los gruñidos, eran los lobos, justo a tiempo, aunque tenía miedo de que murieran, tenía mucha confianza en ellos, sobre todo al ver el rostro de todos los Volturis deformada por la sorpresa y algunos con un poco de miedo en sus ojos.
-licántropos- susurró Marco, su mirada se llenó de odio al reconocerlos, yo con suerte podía seguir respirando, me costaba mucho, cerré los ojos y traté de concentrarme,traté de suprimir el dolor, la desesperación, las punzadas en todo mi cuerpo, traté de olvidar todo, absolutamente todo, pero no pude, traté de respirar profundo, dios no podía hacer absolutamente nada, abrí los ojos, todos pelando contra todos, aún todo pasaba en cámara lenta, ahora Marco, Cayo y Aro estaban peleando, de repente sentí una punzada horriblemente dolorosa, busqué con la mirada a Laurent, estaba peleando con Jasper a menos de un metro de mí cuerpo convulsionado, comencé a gemir por la desesperación, evité gritar, aunque eso le sumaba más dolor a mi estado ya precario, ahora estaba acostada con la espalda pegada al piso, fije mi vista en el cielo, no estaba muy segura pero creo que estaba gritando, ya no podía pensar en lo que hacía, miré al cielo, estaba nublado, las nubes acumuladas, iba a llover, el dolor me estaba superando, cerré los ojos fuertemente, apreté mis puños enterrándome las uñas en mis palmas, eso fue simples cosquillas en comparación con el dolor uqe ahora sentía, comencé a sentir mis piernas fallar, de un momento a otro dejé de sentir dolor de mis caderas para abajo, abrí los ojos como platos, no sentía mis piernas, ahora el dolor estaba disminuyendo en los dedos de mis manos, lo mismo que pasó en mis piernas lo sentí en mis brazos, una última punzada en mi hombro, ya no sentía mis extremidades, estaba casi segura que gritaba como una loca, pero que importaba, estaba muriendo, si es que ya no lo estaba, me concentré en los latidos de mi corazón, solo en eso, iban disminuyendo, cerré los ojos fuertemente al sentir como el dolor se iba de mi cintura y mi cabeza, me estaba sintiendo casi inconsciente, los latidos seguían bajando en su ritmo, abrí mis ojos cuando mi respiración se corto al no sentir funcionar mis pulmones, ya no entraba ni salía aire, me estaba asfixiando, trataba de respirar, pero ya no podía, sentía mis mejillas arder por el esfuerzo, ahora el dolor se estaba concentrando en mi corazón, pero no se terminaba, solo aumentaba, se limitaba a matar de a poco mi dañado corazón, sentía como una aguja por cada milimetro de mi corazón, sentí que alguien lo estrujaba entre sus manos fuertemente hasta hacerlo explotar, sentí que alguien lo estaba cortando en pedacitos pequeños, tortuosamente lento, sentía tanto dolor, además sentía la desesperación de que mis pulmones no funcionaban hace cuanto, era como si estuvieran cerrados, o como si hubieran explotado, no lo sé, solo sé que la sensación de dejar de respirar por más del tiempo debido, aunque sea una semivampiro, me desesperaba, y mi maldito corazón palpitaba cada vez más lento, ¡vamos, he soportado 100 años, puedo seguir!, oh pero esta sensación es tan malditamente horrible, pero de repente ya no sentí mi corazón n i tampoco el dolor, ya no había oscuridad, abrí los ojos, todos seguían peleando, los Volturis ganaban, como no, eran más y tenían mejores técnicas, ¿pero qué me había pasado?, ya no escuchaba a mi corazón, ya no sentía el dolor, ahora podía respirar pero no lo necesitaba, comencé a mirar por todas partes, mi vista había mejorado, mi oído también, oh no, no, no, Laurent logró matarme con su don, pero solo mató mi lado humano, ahora solo queda la ponzoña en mí, ¡dios, soy un vampiro!, restregué mis ojos para ver si esto no era un estúpido sueño, no, era un vampiro, miré mi cuerpo, estaba sangrando, esperen un momento, los vampiros no sangran, ellos no tienen sangre en las venas, ¿por qué estaba sangrando?, la sangre salía de mi brazo, al car debí lastimarme, pero seguía saliendo, la limpiaba y seguía saliendo, ¿en qué cosa rara me había convertido?, ¿era tres cuartos de vampiro un cuarto de humana?, no tengo idea, pero ahora solo sabía que no sentía dolor y que debía salvar a mi familia, miré la escena, no podía soportarla, los Volturis tuviern algunos bajos, pero mínimos, mi familia estaba decayendo, los atacaban de dos o de tres, la pobre Alice estaba a penas con dos vampiros, Edward, mi pobre Edward, estaba pelando con cuatro, uno de ellos lo tomó por el brazo fuertemente, no, no iban a hacerle nada, me concentré, podía sentir todo a mi alrededor, la tierra, los árboles, el aire, suspiré, las pequeñas piedras que estaban en el suelo comenzaron a tiritar, luego comenzó a temblar el suelo, algunos detuvieron su pelea para ver que pasaba, pude ver a Aro, Marco y Cayo mirándome con curiosidad y miedo, fijé la mirada en el suelo, temblaba violentamente, parar esto, debía parar esto, aunque aún me sentía débil, levanté la mirada, fijé mi atención a todo aquel que fuera de los Volturis, comenzaron a caer al suelo, esto me costaba demasiado, estaba débil, eran demasiados, demasiado esfuerzo, peor debía terminar con esto, comencé a matar a cada vampiro que atacaba a algún Cullen, de repente me paré en Aro, Cayo y Marco, no los iba matar, que se quedaran con la vergüenza de haber sido derrotados por una sola semivampiro, solo les di un sacudida de dolor, un poco del dolor que yo había sentido, cayeron al suelo de rodillas, hice que se desmayaran, eso me debilitó más, pero podía seguir, aunque sentía mis rodillas temblar, seguí mirando la escena, saqué del camino a los vampiros que atacaban a los lobos, cuando ellos quedaron a salvo suspiré, pero de repente sentí una mano en mi hombro, detrás de mí, sin previo aviso caí al suelo, mis piernas habían fallado totalmente, levanté la vista, Laurent.
-quiero terminar lo que comencé- me sonrió maléficamente y puso sus manos en m i rostro, comencé a gritar de dolor, era insoportable, no podía pensar, no podía, solo sentí de repente un golpe como dos rocas chocando entre sí, luego unos rasguidos, gruñidos, un grito de dolor y desesperación, no pude resistir mucho más, mi mundo se apagó en un feo y tosco negro oscuro y solitario, sin sentir nada, me fui al abismo.

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