Afortunada, parte VII: "nada es para siempre" (1)

¡Felices pascuas! ^^

-Bella, cuídate mucho, no hagas locuras, no descuides los estudios, no olvides el bloqueador, usa preservativos...
-¡mamá!- le recriminé por su última recomendación, por milésima vez me prometí no volver a invitar a mis padres por una larga temporada.
-es mejor que lo acepte a que lo rechace.
-si mamá, yo igual te extrañaré mucho, adiós- dije casi empujándola por la puerta.
-cualquiera que te viera diría que nom me quieres aquí, a tu madre, que casi pierdes, que te quiere y se preocupa tanto por ti- me miró con esos ojos grandes y un rastro de pucherito en sus labios y yo la miré incrédula, ¿cuántos años tenía esta mujer?
-obvio que no mamá, solo que perderán el avión.
-ah, ya entendí quieres un momento a solas con tu novio, lo entiendo querida- mi madre era la única que quedaba despidiéndose, Esme, Charlie y Carlisle la esperaban en el taxi.
-sí, sí mamá, coomo tú digas, perderán el avión así que adiós- me tiró un beso y se fue cerrando la puerta tras ella, me apoyé en esta que aún vibraba por el portazo y suspiré cerrando los ojos luego del fin de semana más estresante que recordaba tener.
-fue divertido- comentó Nessie que estaba con la voz quebrada por la despedida, abrí los ojos disponiéndome a consolarla, pero Jacob ya había hecho mi trabajo, y mucho mejor que yo.
-se hubieran quedado más tiempo- dijo Alice amurrada por que la visita había acabado.
-pero todos deben regresar a sus trabajos y nosotros a la universidad, además los verás para las pascuas, navidades, cumpleaños, vacaciones, hallowen- Jasper la miró con una sonrisa tranquilizadora que hizo que los ojitos de Alice brillaran.
-tenemos que arreglar las cosas para la universidad- dijo Rose con un suspiro de cansancio- mejor subamos Emm- tomó la mano de Emmet y subieron a paso tranquilo la escalera, seguidos por Jasper, Alice, Jacob, Ness y nosotros. Cada pareja se fue a sus piezas, nosotros nos desviamos a la mía.
El alivio que sentí al tirarme a la cama no se puede comparar con nada.
-¿qué es eso?- me preguntó Edward que estaba acostado a mi lado, apuntando a mi cómoda, seguí la dirección que indicaba y ahí había una cajita de cartón que antes no estaba. Con curiosidad la tomé entre mis manosy leí la parte superior, donde había una nota.
"Bella, sé que aún no ha pasado, pero sé que pasara, debes saber que nosotros te apoyamos y no encontré mejor forma que regalándote esto. Te quiere, Reneé"
Con la curiosidad aumentando en grado sumo, quité la noté y leí en la caja lo que nunca esperé que mi madre me regalaría, condones. La risa de Edward no se hizo esperar, ni menos mi sonrojo. Dicen que la curiosidad mató al gato, ahora me tocó a mí.
-¿qué clase de madre le regala condones a su hija?- pregunté sin dar cuenta a lo que estaba viendo.
-pues ya son tres contra uno- dijo él envolviendo mi cintura con sus brazos y besando mi mejilla.
-o más bien, toda la familia contra ti- le sonreí alzando las cejas repetidas veces- excepto por Charlie, claro, si el supiera de esto- levanté la caja de condones- te mataría y luego a Reneé.
-creo que solo yo me llevaría el castigo- dijo con una sonrisa torcida, le devolví la sonrisa, sabiendo que la mía era insignificante ante su perfecta perfección*.
-pero no tiene por qué saberlo- mi sonrisa se transformó a una picara, dándole a entender que quería hacer uso de ese regalo, pero él rodó los ojos.
-creo que aún no estamos listos- murmuró vacilante por mi reacción, yo le regalé un pucherito, sabía que él quería cuidar mi virginidad, pero esta le pertenecía desde el momento en que entendí qué era ser virgen- pero tú te esfuerzas en hacérmelo más difícil- su mano viajó a mi mejilla, rozando levemente mis labios a su paso.
-pero si no he hecho nada malo- me defendí hipócritamente, a sabiendas de todos los intentos fallidos que cometí.
-es que con solo ser tú misma me tientas- susurró en mi oído haciendo que mi piel se erizara. Cerré los ojos disfrutando de su voz y su cercanía. Edward aprovechó esto para darme besitos en todo mi rostro y luego en mi cuello, pero ese maldito Morfeo me llevaba entre sus brazos, alejándome de mi novio, haciendo que el sueño ganara la batalla y que un bostezo se escapara de mis labios- creo que será mejor ir a dormir, es demasiado tarde- me dio un casto beso en la boca y comenzó a incorporarse.
-¿hoy no dormirás conmigo?- le pregunté, o más bien le rogué.
-claro amor, pero generalmente duermo con pijama- me sonrió mostrando sus perfectos dientes y yo me reí con aire risueño levantándome de mi cama y llendo a mi armario para sacar mi pijama, cuando iba a comenzar a cambiarme, lista para tentar a Edward, él ya se había ido a su pieza, como siempre,un paso delante de mí.

Al día siguiente...
 -necesitamos Arroz, fideos, carne, pollo, verduras, frutas, pan- Alice discataba a Jasper mientras revizaba la alacena para hacer la lista del supermercado mientras yo y Edward desayunábamos, Rose, Emmet, Jacob y Nessie tenían clase más tarde hoy.
-¿necesitan algo?- nos preguntó Jazz anotando lo que Alice decía.
-podría ser un chocolate, o un pastel, no, no, galletas rellenas con crema de frutilla cubiertas de chocolate, si eso, anótalo Jasper- dije casi botando baba por el piso.
-¿acaso tienes antojos Bells?- me preguntó levantándo las cejas con una sonrisa burlona.
-¿Reneé te pagó para que dijerás eso?- dije malhumorada cruzándome de brazos.
-mmm, sensible, ¿qué otros síntomas tienes?- me preguntó Alice uniéndose a las risas de su novio, yo comí la última mordida de mi tostada y me fui de la cocina no dispuesta a soportar bromas que ya había vivido el fin de semana.
-Bells, era solo una broma.
-si, como sea- subí las escaleras hasta mi pieza, saqué mi bolso, fui hasta la pieza de Edward y saqué el de él, bajé de nuevo esperando a Edward en la puerta.
El camino a la universidad fue...horrible. Edward se reía cada cinco minutos de mi mal humor y eso hacía que me enojara más, para cuando habíamos llegado al colegio estaba roja y enojada.
-Bella, ¿qué pasa, amor?- me preguntó Edward con ese tono dulce que me derretía, mientras caminábamos hasta nuestro campus.
-todos me hacen enojar- contesté con los brazos cruzados como una niñita pequeña.
-es que te ves muy linda enojada- susurró en mi oído haciendo que el amor derritiera al enojo, ¡diablos!, este hombre sabía cómo manejarme a su antojo.
-vamos a clases.
Cuando llegamos a la sala el único puesta vacante era al lado de esa...cosa que se hace llamar persona, Tanya. Sin más remedio nos sentamos a su lado y ella me sonrió maliciosamente, jamás dejaría que se sentara al lado de MI chico, así que me sacrifiqué sentándome a su lado.
-hola, Bella- dijo ensanchando su sonrisa- ¿cómo está tu relación con Edward?
-increíble, magnífica, maravillosa, no hay palabras que puedan describir nuestro amor- le sonreí cortante esperando que con eso se callara la muy...ahh!
-que pena que no vaya a durar mucho- susurró para que solo yo la escuchara.
-¿piensas que con eso me asutarás?, jamás nos separaremos, acéptalo.
-Bella, Bella, Bella- dijo suspirando, como si me tuviera que explicar lo que era obvio- sé lo que has hecho, y sé que a Edward no le gustara saber que su amada novia lo engatuzó con un inútil y patético plan solo para enamorarlo, claro, si le muestro las pruebas que tengo, puedo agregarle un extra, algo como: "una broma infantil, solo para botarte luego y darte una lección por todas las chicas a las que tú botaste", ¿qué crees que dirá Edward?- mi miró con una sonrisa triunfal al ver mi rostro desfigurado por el susto y la impresión, nunca me había detenido a pensar que pasaría si Edward se enteraba del plan, ¿qué dirá él?,¿me encontrará patética?, ¿me dejará?, ¿por qué Tanya tenía que saber eso?, ¡cómo lo supo esa mujerzuela!
-no sé de lo que hablas- susurré en ujn inútil intento de disipar esas ideas del cerebro de Tanya, ya lo dije, inútil.
-no sabes mentir querida, eso es lo malo de ser una santita como tú, Edward sabrá todo y tú no podrás hacer nada más que sufrir.
-¿qué quieres Tanya?- le pregunté con la esperanza de darle algo para que cerrara su operada bocota.
-Bella, no necesito que me des nada, solo tu sufrimiento, y esipuedi causarlo sin tu ayuda, no tienes oportunidad, pero no te preocupes, te dejaré un tiempo más para que disfrutes de tu pasajera felicidad, no soy tan mala como crees, tal vez consigas unos revolcones más con Edward, así luego subrirás aún más al verme con él- su sonrisa en ese momento me asusto, y no solo eso me asustó, el hecho de que probablemente en unos días perdería a Edward me aterraba. Estuve toda la maldita hora de clases pensando en cómo evitar esta desgracia, ¿debía contárselo a Alice?, por supuesto, ella sabrá que hacer, siempre sabe que hacer.

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-no sé que hacer- dijo Alice después de haberle contado toda la historia, estábamos las cuatro en mi pieza, el dia había sido horrible, tratando de fingir felicidad al lado de mi novio, desesperada por llegar a la casa.
-calma Bella, encontraremos la solución a esto- Rose trató de calmarme acariciando mi espalda, pero yo  solo me desesperaba aún más al ver que ni Rose, ni Alice, ni Ness sabían que hacer.
-pensemos como Edward- dijo Nessie- ¿qué pensara si Tanya se lo dice?, obviamente te va a odiar, Tanya va a cambiar los hechos dejándote mal- Nessie caminó en círculos por mi pieza- la muy estúpida te dio tiempo con Edward, el tiempo suficiente para prepararte y prepararlo, deberás darle tú la noticia- abrí los ojos como platos ante eso, jamás me atrevería a decirle la verdad a Edward- o lo haces tú o lo hace Tanya.
-Bella es mucho mejor que tú lo hagas, además no es tan trágico, solo un pequeño plan, por último le decimos que yo te persuadí hasta que dijiste que sí, en realidad, eso fue lo que pasó, le decimos que tú estabas loca por él y que no sabías cómo conquistarlo y pues yo tuve esa idea, y que le pedí el favor a Bella para completar mi tesis con ese pequeño experimento.
-pero ¿cómo se lo digo?, o sea, "hola amor, sabes que hice una locura, con las chicas trazamos un plan para que te enamoraras de mí, y pues también ayudarás a tu hermana, su tesis va a ser increíble"
-creo que hay que prepararlo un poco para lo que se viene- dijo Rose con su rostro pensativo.
-¿cómo?- pregunté con la desesperación a flor de piel.
-lo tengo- gritó Alice con entusiasmo- hoy es micrófono abierto en el café, cantas una canción que diga como te sientes, algo cómo "este secreto me está matando, debo contarlo, no fue mi intención herirte, solo quería a mi lado sentirte", o  algo así, que sé yo.
-sí, eso es, ¿podrás hacerlo en tan solo tres horas?- me preguntó Rose mordiendo su labio.
-claro.
-muy bien, te dejamos para que tu ingeniosa mente haga maravillas- Nessie me dio golpecitos en el hombro a modo de apoyo y se fue seguidas por Ali y Rose que me dieron una sonrisa de apoyo.
Esas malditas tres horas fueron las más estresantes de mi vida, haciendo y deshaciendo versos, llorando, mojando los papeles que arregaba y botaba, si me preguntan cual es mi canción más significativa, la que más sentí, sin duda contestaría esta.
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Ya no hay vuelta atrás, parada detrás de el telón, hoy había mucho audiencia, lo que me ponía más nerviosa, pero esta noche, para mí solo estaría Edward, esta canción me daba directamente como una daga al corazón, ya que luego de cantarla tendría que decirle a Edward la verdad, no sabía cuanto tiempo me daría Tanya, un día, una semana, debía actuar rápido.
-ahora vendrá una estudiante de la universidad que ya estuvo en una ocasión en este escenario y hace muy poco, Bella Swan nos presentara una canción escrita por ella misma, un gran aplauso, por favor- cuando sentí la orda de aplausos supe que era la hora, salí al escenario y miré al público, si que habían personas, la mayoría estudiantes, a excepción de dos tipos con traje, sentados en una esquina tomando un café, no les tomé mucha importancia y me senté en la silla que estaba al frente del micrófono.
-esta canción, como todas las que he escrito, van dedicada a una sola persona, lo más importante que tengo en mi vida, y que me da mucho miedo perder- no mirpe los ojos de Edward, no quería hecharme atrás al último momento. Comencé con los primeros acordes de mi guitarra- Ya no quiero verlo otra vez, mi alma esta partida en dos por ti , no me importa el fuego en el que ardo hoy- levanté la mirada y me encontré con esos orbes verdes que me miraban curiosos, después de que habláramos él entendería la canción- dicen que estoy enferma de amor, que me levanto y vuelvo a caer por ti cada vez que te apareces frente a mi- seguí mirando  a Edward, escrutando en su mirada para saber si es que algo podría encontrar- Porque sin ti no hay camino ni destino estoy perdida, porque sin ti no me importan los minutos ni los días,- ¿cuánta razón podía tener esa frase?, cuan perdida podía estar sin mi Edward- porque sin ti no hay presente ni futuro sálvame,
de esta bella traición que mato mi ilusión- ojalá Edward podría salvarme de la estupidez que hice, terminando de aniquilar mi fantasioso sueño perfecto- Perdona si me olvido de ti , lo siento si agote la ilusión- ojala Edward me perdonara por haber arruinado nuestra relación- me dicen que todo termino,
que solo eres una canción de ayer, un suspiro que en el aire se quedo-rogaba al cielo que lo que dijo Tanya no fuera cierto, que Edward reaccione bien- Porque sin ti no hay camino
ni destino estoy perdida, porque sin ti no me importan los minutos ni los días, porque sin ti no hay presente ni futuro sálvame, de esta bella traición que mato mi ilusió- repetí el coro sin darme cuenta de la emoción que tenía, ya que una lágrima se derramó por mi mejilla sin previo aviso, pude ver la preocupación en los ojos de Edward, pero logré reunir las agallas para seguir cantando- Donde estarás cuando mis labios te buscan?
y donde estará el sueño tan dulce que era de los dos? - o miré y le regalé un sonrisa amarga, su preocupación aumentó- Fuiste mi bella traición, porque sin ti no hay camino
ni destino estoy perdida, porque sin ti no me importan los minutos ni los días, porque sin ti no hay presente ni futuro sálvame, de esta bella traición que mato mi ilusió- terminé los últimos acordes sintiendo que mi corazón se oprimía contra mi pecho al saber que el momento se acercaba- muchas gracias, espero volver a tocar aquí alguna otra vez- los aplausos no se dieron a esperar y por primera vez una sonrisa de alegría apareció en mi rostro, algo bueno que salga de esta noche.
Al salir del escenario y regresar detrás del telón Edward ya me esperaba ahí con una mirada confusa y preocupada.
-no entiendo nada- dijo acercándose un paso a mí, haciendo que yo me pusiera más nerviosa.
-debemos hablar- en su mirada se reflejó el miedo que le causó esta frase.
-¿he hecho algo mal?
-no- lo interrumpí antes de que siguiera culpándose- yo hice algo mal.
-no has hecho nada malo.
-Edward, hay algo que no te he dicho- murmuré agachando la cabeza.
-Edward- Tanya apareció de la nada haciendo que mi corazón comenzara una alocada carrera.
-Tanya estamos algo ocupados- dijo Edward en un intento de echarla, ojala eso funcionara.
-lo siento Edward, pero debo decirte algo importante, algo sobre Bella- me miró con malicia sonriendo ampliamente.
-sigo sin comprender.
-no la escuches- le dije a Edward desesperadamente.
-Bella, ¿qué pasa aquí?
-lo que pasa, querido Edward- comenzó Tanya- es que tu linda novia te engañó.
-¿qué?- preguntó Edward incrédulo.
-con tu hermana y sus amiguitas- dijo con desdén- hicieron un patético plan para engatuzarte.
-¿es eso cierto?- me preguntó Edward tratando de no creerle a Tanya.
-en cierta parte- susurré sin tener la agallas para seguir.
-¿a qué te refieres, Bella?- dijo Edward comenzando a enojarse.
-pues, no es algo tan grave, solo, es que...
-Alice quería su tesis y te usaron como conejillo de india- se burló Tanya haciendo crecer mi desesperación.
-no es asi Edward, yo estaba enamorada de ti desde hace mucho y Alice quizo ayudarme, hicimos un pequeño plan para que estuviéramos juntos, pero no es algo malo, simplemente me daban consejos para conquistarte.
-y eso estara incluido en la tesis de tu hermana- agregó Tanya.
-es solo para que Alice se guíe, nada más.
-y que pasó con la frase "demostraremos que un mujeriego puede ser domesticado"
-¿de dónde sacaste eso?- me sorprendió escucharla voz de Alice atacando a Tanya, ¡dios, gracias, gracias!, yo sola no puedo con esto.
-de verdad que no entiendo nada.
-Edward, lindo, es simple, tu novia y su hermana hicieron un plan para que estuvieran juntos, esa va a ser la tesis de Alice, pero ¿Bella actuó por amor o ayudando a su amiga para su tesis?, ¿qué crees?- Tanya le preguntó mirándonos con desdén pasando su brazo por el hombro de Edward.
-¿es eso cierto, Bella?- me preguntó Edward con frialdad, cosa que me congeló dolorosamente el corazón.
-solo la primera parte, pero yo actué por amor, lo juro.
-¿puedes creerle Edward, no estará mintiendo para salvar la tesis de Alice?- dijo Tanya en su oído, ¡parecía el mismo diablo en persona!
-Edward eso no es cierto, no le creas, por favor, yo de verdad te amo- las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas y los sollozos con suerte me dejaban hablar.
-creo que necesito pensar, hasta que sepa lo que en realidad pasó, creo que es mejor que nos tomemos un tiempo- me miró entrecerrando los ojos, nunca había visto esa mirada en Edward, tan fría y calculadora, tan poco...Edward.
-espera, Edward.
-me iré a casa- salió sin dejar que lo detuviera, las lágrimas cesaron, ya que ni siquiera sabía que estaba pasando, ¿esto era real?, ¿Edward de verdad me había dejado?, ¿de verdad había pronunciado esas palabras?, ¿acaso ya no me ama?, ¿acaso todo se acabó?
-ja, ja, te quedaste sin Edward, fase uno de mi plan, lista, conquistar a Edward, fase dos, inciando- Tanya me sonrió con suficiencia, limpié mis lágrimas para no parecer derrotada y la miré con odio.
-esto aquí no se acaba- la fulminé con la mirada y comencé a caminar hacia la salida...Pero antes de llegar a la puerta los dos hombres de traje que anteriormente había visto me interceptaron.
-¿Isabella Swan?
-sí, soy yo- dije apurada, deseando que me dejaran pasar.
-somos unos cazatalentos, venimos aquí a menudo, buscando chicos obviamente con talento y tú eres una de ellos, la mejor diría- habló uno de ellos.
-tienes madera de estrella, podemos ofrecerte el mundo, si aceptas trabajar para nosotros- ¡¿esto era una broma?!