jueves, 20 de mayo de 2010

Afortunada, parte VIII: "promesas..." (1)


-Bella, Bella, ¿puedes contarnos qué se siente llegar al estrellato tan rápida y exitosamente?- me pregunta una de los muchos periodistas-paparazzi que bloqueaban la puerta de mi casa impidiéndome entrar a la comodidad de mi hogar.
-Bella, ¿qué te inspiró ha hacer esa canción?
-¿acaso detrás de esa perfecta imagen hay un corazón destrozado?
-Bella, hablas para "E entertainment television" ¿cuándo será tu próximo sencillo?
-Isabella, para la revista "people" explícanos en que te guíaste para el video de tu nuevo hit- y así seguían sin darme tregua.
-Bella- esperen un momento, esa no era la voz de algún desconocido periodista, esa voz era muy conocida para mí, esa voz que producía un sentimiento de calosfríos en mi espalda, que me erizaba el vello de mi cuello, que me quitaba el aliento y me aumentaba el pulso. Tal vez hoy no me lavé los oídos, tal vez estoy en uno de mis locos sueños, pero luego de dos semanas volví a escuchar esa voz...Esa voz.
-¿quién eres tú chico?- pude escucchar que decía un periodista detrás de mí, para ese entonces ya me costaba un mundo respirar, con mucha suerte pude mover mis pies y girarme hacia él, y supe que nada en el mundo me hubiera preparado para eso.
-no es nadie- respondí apresurada tomando su mano en un arranque de personalidad, metiéndolo a la casa para que nadie le preguntara nada.
-pero como no va a ser alguien si lo estás metiendo en tu casa- alcanzó a decir un paparazzi antes de que le cerrara la puerta en sus narices.
-vaya, esto si que es vida ¿no?- me di vuelta al escuchar su voz, para ese entonces mi corazón ya estaba totalmente acelerado, no podía creerlo, Edward estaba en mi casa, aquí, a miles de kilómetros de Australia, ¿qué estará haciendo aquí?, ¿habrá visto mi video?, ¡¿a qué diablos habrá venido!?- ¿así que soy nadie?- me preguntó con una perfecta ceja arqueada, diablos no sabía que decir, mis neuronas no hacían sinapsis, todas estaban deslumbradas frente a tanta perfección junta, más aún cuando una sonrisa se dibujó en su maldito perfecto rostro- ¿Bella?- se acercó a mí e hizo ademán de tomar mi mano, pero obviamente no se lo permití, corrí mi mano rapidamente y lo miré con reproche.
-¿qué haces aquí?- e pregunté lo más fría que pude.
-cama Bells, no voy ha hacerte daño, solo vine a verte- explicó levantando los hombros.
-si claro, viajaste hasta aquí solo para verme, te creo- dije sarcásticamente, no podía olvidar mi promesa, estaba cerrada a todo afecto.
-pues bueno, creo que necesitamos hablar ¿no?- dijo nervioso revolviéndose el pelo.
-creo que dejaste todo muy claro la última vez que nos vimos- le contesté entrecerrando los ojos, desafiándolo a que me llevara la contra.
-mmm, con respecto a eso, yo estaba cegado por la tristeza y un poco de decepción- decepción, él estaba decepcionado de mí, eso dolió mucho- actué sin pensar, o siento en serio, no, digo, no era mi intención...
-Edward- lo detuve al sentir como la realidad me  daba de golpe y un nudo en la garganta me impedía hablar.
-Bella- me detuvo tomando mi mano, pillándome desprevenida, y como si su mano me hubiera dado la corriente, me solté de su agarre soportando su mirada de suplica- Bella, por favor no...
-no Edward- lo volví a interrumpir- no necesito pasar por esto otra vez, solo vete y déjame sola.
-Bella, no vine aquí para dejarte ir tan fácilmente, te perdí una vez, no volverá a suceder, ¿quieres escapar de mí?, hazlo, pero yo conseguiré lo que  vine a buscar aunque muera en el intento, no seguiré viviendo sin ti, sé que será difícil pero estoy resuelto a recuperarte, haré lo que sea- la convicción con la que me habló, sus ojos mirando fijamente los míos, y su mano volviendo a tomar la mía hicieron que me quedara estáticamente sorprendida- no te obligaré a nada, pero sé que aún me amas- se acercó más a mí y puso su otra mano en mi mentón levantando mi rostro a la altura del suyo- tal vez te hice daño pero estoy dispuesto a repararlo- muy deprisa sentí su dulce aliento y su reconfortante calor envolverme, demasiado desprevenida me tomó que no pude evitar que él se acercara aún más rozando sus labios con los míos, pero en un acto que me tomó aún más desprevenida contuvo la respiración y con un gran esfuerzo se separó de mí pero sin soltar mi mano- pero no quiero ir tan rápido, so voy a recuperarte lo haré bien- me miró esperando a que me negara a aceptar lo que me estaba imponiendo, pero estaba tan estupefacta con lo que recién había ocurrido que solo podía mirarlo con sorpresa sin poder evitar que mis piernas flaquearan- Bella, estos días sin ti me han hecho darme cuenta lo mucho que te amo- su mano acarició mi rostro y me miró con una sonrisa torcidamente adorable- y es mucho más de lo que me imaginaba, no sabes cuanto te necesito, no bromeo al decir que sin ti no puedo vivir, ya no es solo el querer estar contigo, necesito estar cerca de ti- como si quisiera mostrarme la verdad de sus palabras, la mano que sostenía mi mano se movió a mi cintura y me juntó a él, no se pueden imaginar lo que mi corazón estaba sintiendo ahora, una exploción de desesperación, amor, impaciencia, amor, rabia, amor, enojo, amor, necesidad...Sobre todo amor- Bella no te he olvidado y te lo demostraré, no creas que vine aquí con una pobre disculpa, ni siquiera te imaginas con las sorpresas que te encontrarás durante mi estancia aquí- su sonrisa se marcó más y borró los pocos centímetros que nos separaban con un beso en la mejilla, el causante de las mariposas que revoloteaban en mi estómago.
-Edward- di gracias a Dios porque mi voz no sonó débi o tartamuda- creo que es tiempo de que te vayas- susurré sin querer que se diera cuenta de que en realidad yo quería todo lo contrario.
-mmm, bueno, esa era otra cosa de la que te quería hablar- se separó un poco de mí, sin quitar sus manos de mi cintura, mirándome a los ojos, nuestras narices se rozaban y mi corazón agonizaba.
-¿a que-qué te re-refieres?- pregunté con mi respiración contenida, él me miró con un poco de vergüenza y luego una sonrisa de disculpa.
-es que como el viaje fue de improviso no tengo donde quedarme y pues esperaba, bueno, tal vez, como esta casa, o más bien mansión, es tan grande y tú eres solo una persona, creía que tal vez podrías dejarme dormir aquí solo una noche...
-Edward- lo reproché, sin saber por qué ya que la idea me agradaba bastante.
-solo una noche, luego me iré a un hotel, es que encontrar un taxi aquí es imposible, por favor- me miró intensamente a los ojos y yo, sin poder evitar perderme en su mirada verde esmeralda, quedé completamente deslumbrada.
-solo una noche- dije en un murmullo que con suerte escuchó, una sonrisa picara se hizo paso por su rostro- con algunas condiciones- su sonrisa desapareció ante esto.
-¿cuáles?
-bueno, basicamente solo una- puse mi mano en su pecho y me separé de él- necesito mi espacio- me miró con una mueca, obviamente no tenía en sus planes que le dijera eso, pues bien Edward Cullen, ¿quieres hacer la prueba?, yo hice una promesa, no abrir mi corazón a nadie, vamos a ver quien rompe su promesa.
-bien, te daré tu espacio- una sonrisa de malicia apareció en su rostro- como quieras- se acercó un paso a mí, regresando a la misma posición de antes, con sus manos en mi cintura y mis manos en su pecho tratando de empujarlo.
-¿acaso no entiendes lo que es espacio?, ¿y qué pasó con no obligarme?- seguí forcejéando con él y sus malditos (deliciosos) músculos inutilmente.
-¿acaso no puedo decirte buenas noches?- me preguntó con su sonrisa mostrando sus estupidos dientes perfectos, rodé los ojos por su intención, sería un día largo, aunque estaba segura que él no se iba a quedar solo un día, me iba ha hacer la vida imposible, refregándome en mi cara su increíble amor, abriéndome las puertas a mi paraíso personal, tentándome solo con respirar...Pero lo que más me asustaba es que no quería hacer nada por detenerlo.

 ...
Por fin despertando en la mañana en mi cama gigante, con los recuerdos de un sueño que no sabía si calificar como un lindo sueño o una horrible pesadilla, es que mi corazón estaba en una encrucijada que no podía superar, mi corazón decía "RECUPÉRALO" mi cuerda mente decía "ciérrate a todo sentimiento", y yo estaba sin saber qué hacer.
Sin querer alargar mi agonía al pensar en él me levanté poniéndome mis pantuflas y saliendo al pasillo, tratando de no pensar en su rostro, su cercanía, sus ojos, todo pareció tan real, hasta el dolor que me causó verlo, era tan...poco ficticio que ni siquiera podía creer que hubiera sido un sueño-pesadilla. Pero todas mis dudas se disiparon al ver salir de la habitación de enfrente (la de invitados) a...él, con solo unos pantalones de pijama y su esculpido y muy tentador torso desnudo, libre para ser comido por mi mirada, debo aceptarlo, este chico estaba demasiado bueno, y no saben las ganas que tenía de tirarme encima de él y besarlo hasta que mis labios se hincharan, hasta que mis pulmones explotaran, dejarme llevar por esta clara indirecta-directa invitación.
-Bella- dijo como si fuera lo más normal del mundo saludar a tu ex vistiendo solo unos pantalones, disfrutando de los lujos de su mansión ya que ella es la cantante del momento gracias a la inspiración que le otorgaste por romperle el corazón, sí, muy normal- buenos días.
-¿buenos?- le pregunté con una ceja alzada y seguí caminando hasta bajar las escaleras y llegar a la cocina.
-¿por qué no lo sería?- dijo él caminando detrás de sí.
-el día aún no acaba, no puedo determinar si es bueno o no- dije diciendo lo primero que se me ocurriera sin decir "no sé si seguir a mi mente o a mi corazón o simplemente dejar a mis hormonas controlar todo"-¿qué quieres de desayunar?
-lo que sea, ¿tienes planes para hoy?-me preguntó de la nada.
-mm, no que yo sepa, a menos que mi representante me llame- dicho y hecho mi celular comenzó a sonar... A los cinco minutos ya tenía todo mi día ocupado- te lo dije, hoy no será un buen día- comentpe al cortar tomando la leche del refrigerador.
-se supone que este es tu mayor sueño, deberías estar muy feliz.
-ambos sabemos por qué no o soy.
-por eso estoy aquí, Bells.
-no lo lograrás y o sabes.
-en eso te equivocas, lo lograré.
-no lo harás- lo miré entrecerrando los ojos, retándolo a intentarlo, porque en verdad quería que lo intentara.
-ambos sabemos que sí lo haré, te hice una promesa y no la romperé.
-¿cuál promesa?
-cuando la recuerdes, te la digo.
-¿para qué me a vas a decir si es que la recuerdo?
-porque quiero que la recuerdes y que no te olvides de ella, si te la digo ahora te olvidarás de la promesa, si haces el esfuerzo de recordarla y uego te la vuelvo a decir, no la volverás a olvidar- rodé los ojos por su retorcida lógica.
-eres imposible.
-ambos sabemos que tú igual.
-¿puedes dejarlo?
-¿el qué?
-eso.
-¿qué?
-aaaww, confundirme con cada cosa que dices, ya para, Edward Cullen- subí a mi pieza dejándolo con una sonrisa satisfactoria y a mi con una jaqueca en aumento, ¿cómo podré convivir con él si no se como tratarlo?, no sé si debo sucumbir o no, ¡diablos que difícil está siendo todo esto!

x fiiin, bueno chicas debo decirles q el tiempo ahora es lo q menos tengo, deben entenderme, soy una adolescente con los mismos problemas q todas tenemos, yo tambn tengo q cuidar mis notas, yo tambn tengo mi vida, yo tambn amo carretear, yo tambn tengo mi chico ideal (conquista en progreso xDD), en fiin, el lunes tengo muchas cosas, así que x fiis no me culpen a mí, culpen al sistema de trimestres xDD, las kiero, besos, ojala hayan disfrutado el capi, haré lo posible x subir este fin de semana, pero ademas de lo q debo hacer,e sta de cumple mi papa y con la celebracion el regalo (q aun debo comprar) buff, trataré...comenten, las kiero!
bye

No hay comentarios:

Publicar un comentario