sábado, 15 de agosto de 2009

una eternidad perdida en tus ojos, capìtulo 13: "raro"


Ya había pasado una semana desde que Edward se fue, para ser sincera no ha sido tan malo, pero eso solo se debe a Alice, claro, si no fuera por ella creo que ahora estaría con depresión.

Hemos hecho muchas cosas con Alice, ya vamos en la mitad del libro, fuimos a bañarnos a un lago, hicimos una caminata al bosque, fuimos al pueblo a ver los vestidos y los lazos que habían, me compre un vestido que me encanto, era en tonos azules, hermoso, lo acompañé con una lazo azul oscuro, me vería hermosa, ese vestido usaría cuando llegara Edward, sabía que le encantaba como me quedaba el color azul, Alice se compró un vestido color rosa, muy hermoso, con un lazo color crema, también conocí al resto de su familia, ella vivía solo con su padre, ya que su madre había muerto por un accidente, la atropelló un carruaje, pero Alice dijo que ya lo había superado, porque sabe que su madre siempre la acompaña.

Hoy íbamos a ir a un día de campo, ambas trajimos una canasta de comida cada una, pusimos una manta en el pasto, estábamos en un claro que encontramos en la caminata que hicimos al bosque, era hermoso, tenía un pequeño lago, muchos árboles, flores, pusimos una manta en el pasto y nos sentamos, comenzamos a vaciar las canastas poniendo la comida en la manta.
-me encantan los días de campo- comentó Alice.
-a mi también, es tan divertido comer viendo la naturaleza, y más divertido aún si es contigo- le sonreí, de verdad que Alice era una buena amiga.
-gracias, también la paso increíble contigo, antes mis tardes eran tan aburridas, ahora es todo diferente, me alegra tener a una tan buena amiga- me devolvió la sonrisa.
-bueno, yo quiero un emparedado, me estoy muriendo de hambre- tomé el pan y comencé a preparar mi comida.
-yo tengo hambre de algo dulce, como un pastelito- tomó uno de la canasta y se lo empezó a comer, yo puse dos vasos en la manta y los llené de jugo, esto era genial.
-debemos hacer esto más seguido- sugerí.
-claro que sí, aunque aún nos quedan más cosas por hacer.
-¿cómo cuál?- la verdad es que ya habíamos hecho demasiadas cosas.
-podríamos ir por el día a alguna ciudad, ambas tenemos carruajes, nos vamos ambas en uno y llevamos algo de dinero, podemos comprar más cosas, cosas que en el pueblo no venden, ahí también hay más variedad de libros- me sonrió.
-claro, sería muy divertido- de repente a ella se le apagó la sonrisa y me miró algo asustada- ¿qué pasa, Alice?
-Bella, debo decirte algo muy raro que me ha estado pasando- ella estaba como en estado de shock.
-puedes confiar en mi, Alice.
-veo cosas- susurró ella agachando la cabeza.
-¿qué tipo de cosas?
-tengo sueños- aún no entendía nada, ¿qué tiene de malo soñar?
-Alice, no comprendo- susurré algo confundida, ella suspiró.
-tengo sueños donde pasan cosas normales, por ejemplo, soñé que estábamos en este claro y tu me decías “claro, sería muy divertido”, fue la misma escena que acaba de pasar, y no solo eso, también con lo de mi madre, un día soñé que ella tenía un accidente horrible, desperté llorando, fue una experiencia muy traumática, pude ver como ella chillaba de dolor cuando la atropellaron, luego, al siguiente día, pasó lo mismo, pude ver como mi madre murió, como chillaba de dolor, también pude soñar contigo, soñé como tú tomabas el libro “orgullo y prejuicio” y yo te quedaba mirando, y eso pasó- paró de hablar, se notaba que se estaba desahogando.
-¿intentas decir que sueñas cosas que pasarán?, ¿ves el futuro?- pregunté algo confuso.
-no lo sé, no lo sé, pero solo sé que cuando tengo esos sueños sé que van a ser realidad, no son como los otros sueños, es como si entrara en trance.
-bueno, pues creo que…
-¿estoy loca?- preguntó interrumpiéndome, algo dolida.
-no, eso lo sabía desde antes- me reí y ella me siguió.
-gracias- me dijo abrazándome.
-¿por qué?
-pues por todo, por escucharme, por entenderme, por no creer que estoy loca, bueno igual lo crees, pero me refiero a que no lo crees por mis sueños.
-claro que no, por algo soñarás esas cosas- le dije sonriendo.
-soñé que un chico te besaba, eso lo soñé ayer- me sonrió picaronamente, yo me reí.
-tal vez fue Edward, o sea, que digo, es obvio que fue Edward, ¿cómo era el chico?- dije para asegurarme.
-pues, alto, pelo color cobrizo, ojos verdes…
-es él- la interrumpí.
-se nota que estás enamorada, te brillan los ojos cuando hablas de él- me sonrió.
-claro, lo amo más que a mi propia vida- le devolví la sonrisa.
-quiero conocerlo- me dijo entusiasmada.
-claro- le dije sin pensármelo.
-¡que emoción!- gritó dando saltitos.
-¿sabes?, se me acaba de ocurrir algo.
-¿qué?- me preguntó intrigada.
-me contaste que habías soñado con un chico que te había gustado mucho.
-sí- dijo sin aún entender.
-pues, ¿qué pasa si ese sueño es una de tus “visiones”- dije haciendo las comillas con los dedos.
-¡ah!- comenzó a gritar, se paró y comenzó a dar saltitos por todo el claro.
-calma, solo es una hipótesis- dije riéndome, era divertido ver a Alice saltar de felicidad.
-¿cómo no me lo pensé antes?- dijo volviéndose a sentar.
-pues porque yo soy más astuta que tú- le dije en plan de broma, ella me pegó un manotazo en el brazo.
-ni lo pienses, yo soy muy astuta- dijo replicándome.
-¿lo dejamos en empate?
-mejor- contestó volviendo a comer su pastelito.
-¿cómo era el chico?- le pregunté curiosa.
-bueno era alto, rubio, de ojos claros, muy lindo, era simpático, muy tierno, recuerdo su voz varonil cuando me dijo “gracias” después de que lo curé, ¡ay, no puedo esperar por conocerlo!- volvió a gritar
-me alegro de que por fin vallas a encontrar a tu media naranja.
-yo igual, ya era hora- dijo riéndose, yo me uní a sus risas.
-me gustaría saber cuando lo conoceré para poder ponerme mi mejor vestido- susurró frustrada.
-¿qué clase de vidente eres que no sabes eso?- le dije en plan de broma.
-calla, boba- me dijo dándome otro manotazo en el brazo, aunque este dolió más.
-¡ay!, ¿crees que no duele?
-¿por qué crees que lo hago?- me dijo sacando la lengua.
-mala- yo también le saqué la lengua.
-¿qué te parece si dejamos de pelear y leemos un poco del libro?
-buena idea- nos pusimos a leer, disfrutando de la buena escritura de Jane Austen, esa mujer era increíble.


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