domingo, 20 de diciembre de 2009

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 60: "no era falsa alarma" (contado por Edward)


NOTA DE AUTOR: primero q todo, si o no q linda la imagen ñ.ñ, esta super tierna, estuve arto rto buscando una imagen decente pal capi xD, segundo, lo siento x no haber subido, es q tenog una hermana y ella dio la psu y esta postulando pa la universidad y bla bla, entonces estuvo todo el dia en el compu averiguando todo sobre las carreras y esas cosas, entonces yo no lo podía decir " me da lo mismo tu futuro tengo q subir novela" seria muy xanta de mi parte xD, bueno en un rato mas subo de afortunada, debo escribirlo primero xD.



Cuando sentí la tierra temblar detuve mi pelea, de repente vi a los Volturis caer uno por uno, me quedé boquiabierto, fijé mi vista en Bella, se notaba débil, cansada, pero seguía utilizando su don hasta que todos cayeron, todos menos uno, el único capaz de matarla, Laurent puso la mano en su hombro, ella levantó la vista y lo miró asustada.
-quiero terminar lo que comencé- dijo con esa sonrisa estúpida que solo quería borrar de su estúpido rostro, Laurent puso sus sucias manos en el bello rostro de mi Bella, ella comenzó a gritar de dolor, desesperadamente, no podía resistir verla así, ni menos sentir por mi mismo lo que ella sentía, sus pensamientos eran bastantes gráficos, ¿pero qué haces Edward?, ¿la vas a dejar así?, ¿vas a dejar que ella muera en manos de ese idiota?, le di gracias a mi subconsciente por recordarme que estaba parado como un idiota mientras mataban al amor de mi vida, en menos de un segundo estaba noqueando a Laurent, la rabia me cegaba, quería matar a ese estúpido que le había causado daño a mi Bella, comencé a golpear su rostro con la furia contenida, pero de repente sentí un grito que provenía de Alice.
-¡Bella!- chilló, di vuelta mi rostro justo cuando había desmembrado un brazo de Laurent, Bella estaba tirada en el suelo, o no, no sentía sus latidos, estaba pálida, las ganas de matar a Laurent aumentaron, pero sentí una mano en mi hombro que me detuvo, era Emmet.
-nosotros nos encargamos, ve a ver a Bella- su rostro era serio y en su tono se notaba el miedo, yo también estaba asustado, no quería que a Bella le pasara nada, solo asentí y casi volé hasta donde estaba Bella, ahí estaba Alice, Rose, Esme y Carlisle tratando de hacer algo por ella, me senté a su lado, acaricié su mejilla, estaba fría, demasiado fría, inmóvil, sin latidos, no respiraba.
-Carlisle- mi voz sonó insegura y débil, no pude seguir hablando, pero sabía que él entendería lo que quería saber.
-estoy revisando- dijo con el mismo tono de voz que el mío, gemí.
-estoy desesperado- murmuré tomando mi rostro entre mis manos, comencé a respirar profundo para poder calmarme un poco, con resultados nulos me resigné a levantar la mirada y ver a Carlisle suspirar, luego me sonrió y me palmeó el hombro.
-no te preocupes, Laurent no alcanzó a matarla, solo mató una parte de su lado humano, ahora es más vampiro que humana, es una mezcla más rara que la del semivampiro, se podría decir 80% vampiro, 10% humana, aún sangra, pero sus órganos ya colapsaron, aunque no tendrá secuelas, ya que es una vampireza- me sonrió demostrando alivio, yo suspiré, algún día Bella iba a matarme, juro que la desesperación que sentí fue horrible.
-hay que esperar que ella despierte para poder despertar a los Volturis, llegaremos a un acuerdo, ahora que no tienen a Laurent no querrán entrar en batalla- dijo Jasper mientras se limpiaba las manos sobreactuando un poco.
-Laurent es un pobre diablo, se pudrirá en el infierno- Emmet llegó al lado de Jasper e hizo tronar sus dedos.
-mm, me sorprende que Bella no haya matado a todos de una buena vez- dijo Jasper con tono pensativo.
-Bella jamás haría eso, es demasiado buena- me sorprendí al escuchar la voz de Jacob, lo miré y él me sonrió, eso me sorprendió aún más, pero igual le devolví la sonrisa, aunque no esperaba verlo solo.
-¿dónde están los demás?- le pregunté tratando de ser amable, me salió más sincero de lo que creí, tomando en cuenta que él fue mi competencia durante un tiempo.
-hubo en herido- dijo como si nada.
-¿algo grave?- le preguntó Carlisle con una mirada preocupada.
-nah, solo fue Paul y sus tonterías, se dislocó el hombro, se curará en unas horas, los demás lo acompañaron, bueno, la mayoría se fue por el olor, es asqueroso, pero yo me quedo para ver que pasa y bla, bla- me causó gracia como se tomaba las cosas, era tan relajado, hasta puedo decir que me agradó su forma de verlo.
-Bella despertará en diez, nueve, ocho- Alice comenzó la cuenta regresiva, miré el rostro de Bella esperando a que ella despertara- cinco, cuatro, tres- tomé su mano apretándola- dos, uno- Bella abrió sus hermosos ojos chocolate y me dio un apretón en la mano, me sonrió y yo le sonreí.
-casi me matas del susto- susurré frunciendo el ceño.
-lo siento- se incorporó sentándose en el suelo con una pequeña mueca de dolor, sin dejar de mirarme volvió a sonreír, se tiró a mis brazos y yo con gusto la recibí, se acomodó en mi pecho, yo la puse en mi regazo- en un momento pensé que no te volvería a ver- comenzó a sollozar en mi cuello y yo no podía soportar verla así.
-Bella no llores, por favor, ahora estamos los dos juntos, no llores amor- comencé a acariciar su cabello y ella se tranquilizó un poco, respiró profundo tres veces antes de levantar la mirada, no tenía lágrimas, recordé lo que Carlisle me dijo.
-en serio estuvimos cerca, muy cerca- ella estaba cerca, muy cerca de mi rostro y yo no pude resistir a robarle un beso, beso que no fue rápido, para nada, pero alguien carraspeo, creo que fue Rose, no estoy seguro.
-Bella, será mejor que despiertes a los Volturis, lleguemos a un acuerdo y nos vamos de aquí, solo quiero volver a casa- Alice se dirigió a Bella con una sonrisa amable en su pequeño rostro, Bella suspiró, ella no tenía ganas de enfrentarlos, pero aún así asintió y se paró, la imité y comenzamos a caminar hasta donde estaban tirados inconscientes Aro, Marco y Cayo, Bella volvió a suspirar, se restregó los ojos y sacudió su cabeza, era como si quisiera suprimir sus pensamientos, cerró sus ojos y se concentró unos segundos creando una pequeña arruga entre sus cejas, luego de unos segundos Aro, Marco y Cayo comenzaron a moverse emitiendo algunos gemidos y quejidos, Bella volvió a abrir los ojos y sonrió al ver que funcionó, se volvió a concentrar pero ahora no cerró los ojos, solo miró a los tres vampiros que teníamos en frente, inesperadamente ellos se pararon en un segundo y se quedaron tiesos, casi petrificados, en frente de nosotros, al parecer Bella los había inmovilizado, pero estaban despiertos y conscientes de lo que pasaban, Aro tenía una expresión desilucionada, Marco estaba claramente angustiado y Cayo se notaba enojado, hasta furioso, su expresión le daría miedo a cualquiera.
-Aro- comenzó Bella, los tres la miraron, ella sonrió amargamente- no volverán aquí, no quiero volver a verlos, me siento tan traicionada, mi propia familia quería asesinarme- su tono de voz se hizo frío y seguro, entrecerró los ojos y apretó los puños- no quiero que se acerquen a mi familia, ustedes me apuñalaron por la espalda- suspiró resignada, se restregó los ojos como si algo le molestara, lo más probable es que quería llorar pero no podía.
-Bella, si eso es lo que quieres no volveremos a molestarte, pero queremos asegurarnos que ustedes no nos atacaran- Marco miró a Bella con una mirada asesina, pude ver en sus pensamientos que él se sentía igual que Bella, él aún pensaba que ella los había traicionado.
-¿quién les dio esa información?- les preguntó Bella pensando en ¿Tanya?, no, ella no pudo haber hecho eso, imposible.
-mmm- Aro vaciló pero ante la mirada de Bella se rindió- una chica llegó hace unos meses hasta el castillo, dijo que quería unirse a nosotros, le hicimos algunas pruebas, pero no era lo que buscamos para la guardia, ella no lo aceptó y como último recurso para entrar nos dijo que el clan Cullen quería atacarnos, dio buenos argumentos, pero aún así no la integramos a la guardia, peleaba bastante mal, no tenía don alguno, ella volvió a rechazar nuestra decisión y nos pidió que la matáramos, dijo algo de que ya no tenía razones para vivir, nosotros derrocamos su petición, ella solo se fue, no consiguió lo que buscaba- Aro miró a Bella con una sonrisa amarga, Bella suspiró y volvió a restregar sus ojos.
-¿cuál era su nombre?- ninguno contestó a la pregunta de Bella, solo se quedaron callados evitando el contacto visual con ella- si no los maté a ustedes no la mataré a ella, solo quiero asegurar mis sospechas- Bella los miró queriendo demostrar la sinceridad de sus palabras, ella estaba un noventa y nueve porciento segura de que era Tanya, pero yo no creía que hiciera eso, lo peor es que Aro, Marco y Cayo evitaban mi don pensando en trivialidades- por favor, solo necesito saberlo, no haré nada, solo necesito su nombre- Bella volvió a suplicar, solo Cayo levantó la mirada, la miró irritado, estaba perdiendo la paciencia.
-Denali, Tanya Denali, ahora déjanos irnos, no volveremos aquí, no sabrás más de nosotros- Cayo la miró entrecerrando los ojos, Bella hizo una mueca al ver la expresión de "su tío".
-bien, no vuelvan, pero que sepan que yo no los iba a traicionar, Tanya es una lunática, debieron escoger mejores fuentes, pero ya da igual, está todo hecho, váyanse- Bella cerró los ojos una vez más y a los segundos toda la guardia estaba despertando, con un suspiró Bella abrió los ojos, miró por última vez a la guardia y luego se giró hacia nosotros- vámonos de aquí- comenzó a caminar lentamente hacia el lado contrario donde estaban los Volturis, nosotros comenzamos a seguirla, la alcancé poniéndome a su lado, puse mi brazo por su cintura atrayéndola a mi costado, ella se aferró a mí soltando un suspiro de frustración, la apreté más hacia mí, ella levantó la mirada y me sonrió.
-gracias- susurró dándome un beso en la mejilla.
-¿por?
-me salvaste, amor- su sonrisa se agrandó y yo le devolví la sonrisa, pero de repente ella cerró los ojos fuertemente haciendo una mueca en sus preciosos labios.
-Bella, ¿qué pasa?- paré de caminar y puse mis manos en su rostro acariciándolo, ella emitió un quejido y puso sus manos en su estómago, la miré incrédulo, pero ella aún tenía sus ojos fuertemente cerrado, sus manos se hicieron puños, antes de que ella se desmayara ahí mismo la tomé en mis brazos al estilo novios y ella acomodó su cabeza en mi cuello gimiendo de dolor.
-Edward, ¿qué le pasa a Bella?- Carlisle habló detrás de mí, solo negué con la cabeza aún con mi atención en Bella- vamos a la casa, estamos a minutos, allá podré revisarla- asentí con una mueca de preocupación, ¿por qué siempre le ocurría algo a Bella?, comencé a correr hacia la casa preguntándome por qué no podíamos tener una relación normal, no, teníamos que tener peleas, vampiros sádicos que quieren matarnos, desmayos inesperados, muertes que no son muertes, cuanto daría solo por poder darle a Bella lo que se merece, se me escapó un suspiro de frustración, jamás le podría dar una vida normal, aunque ella parecía feliz con la relación que teníamos, excepto en los momentos como el que acabamos de vivir, todo eso de vampiros, batallas, problemas, exceptuando eso, yo diría que ella es feliz, y me enorgullece saber que eso es mayormente por mí, una tonta sonrisa de tonto enamorado se espandió por mi rostro, adoraba saber los efectos que producía en Bella- Edward recuéstala en el sofá, yo traeré mis cosas- Carlisle me sacó de mis pensamientos, volví a asentir, tenía que comenzar a hablar o sino asustaría a mi familia... Entré a la casa seguido por los demás, recosté a Bella en el sofá, hasta inconsciente se veía hermosa, acaricié su mejilla, ya me sentía un poco, tal vez un poco mucho, sentimental- Edward- Carisle me llamó, lo mirñe y él me hizo una seña para que me corriera, me senté en el sofá de al lado, todos los demás estaban ocupados por mi familia, Carlisle comenzó a examinar a Bella, ¿qué le pasará a mi ángel?, tal vez se debilitó demasiado con todo lo que hizo en la batalla con los voluris, mi pobre Bella siempre da lo mejor de ella- wow- Carlisle volvió a sacarme de mis pensamientos con su comentario, todos lo miramos con curiosidad, ¿qué clase de conclusión médica era esa?
-¿qué pasa, qué tiene?- Alice no aguantó y se paró caminando hacia donde estaba Bella recostada, Carlisle estaba entre sorprendido y asustado.-pues no era una falsa alarma- se le escapó una sonrisa, sus ojos brillaban y yo no entendía qué se refería.-cuando dices falsa alarma...- Alice dejó la frase inconclusa creando un ambiente de tensión.-sí, el test de embarazo fue erróneo, Bella está embarazada, aunque quiero hacer algunos exámenes, ella está muy débil, tedré que recetarle algunas vitaminas, tiene que descansar, quiero ver si el bebé está bien, Laurent le hizo mucho daño a Bella, tal vez haya sido un riesgo para el bebé.

-le dije a Bella que hiciéramos otros exámenes- Alice se cruzó de brazos enojada, pero yo estaba más preocupado de mi hijo, esperen, analicemos esto, Bella estaba embarazada, ella tenía un hijo, ese era mi hijo, nosotros teníamos un hijo, ella iba a ser madre, nosotros íbamos a ser padres, ¡yo iba a ser padre!- creo que Edward se dio cuenta de lo que se viene- Alice palmeó mi hombro riéndose, yo la miré mal, aunque ella estaba en toda la razón.
-¿el bebé corre peligro?- le pregunté a Carlisle evitando el comentario de Alice.


-eso quiero saber, además quiero administrarle un poco de suero, quiero ver su ADN, no estoy seguro de qué es ahora, necesito saber bastantes cosas, quiero saber cuales son los órganos que aún funcionan, si es que quedan algunos funcionando, quiero saber si es capaz de llevar a cabo su embarazo- Carlisle se quedó mirando a Bella con una expresión pensativa, lo imité y comencé a mirarla, ¿estaba sonriendo?, traté de ver que estaba soñando, si es que estaba soñando, pero cuando intenté leer sus pensamientos no escuché nada, absolutamente nada, solo el bullicio de los demás en sus pensamientos, pero ella nada, fruncí el ceño, ¿qué diablos?, ¿acaso Bella no pensaba en nada?, ¿entonces por qué sonreía?, ¡odio no saber lo que está pasando!

Narra Bella.

Esto era raro, no sabía lo que pasaba, obviamente estaba soñando, bueno, no estaba muy segura, pero era extremadamente raro, pero una rareza que me encantaba, yo estaba en mi lugar de en sueños, todo era increíble, colores tan vívidos y alegres, el pasto de un verde prendido, árboles gigantes, ¡había un río de chocolate!, conclusión, estaba soñando, aunque bueno, mi vida no tiene mucha lógica, digo, hace 100 años que estoy atrapada en mi cuerpo de adolescente, eso no es lógico, pero por favor esto es absurdo, ¡río de chocolate!, ¡me sentía como en la fábrica de Willy Wonca!, aunque bueno, si era un sueño tenía que aprovecharlo, ya que en cualquier momento me despertaría y estos sueños no ocurren dos veces, comencé a caminar hasta un árbol alto y frondoso, una perfecta manzana roja colgaba de una rama, era como de película esta escena, en fin, me acerqué a sacarla, tuve que saltar para alcanzarla, pero lo hice, la miré unos segundos, era estupidamente perfecta, la acerqué a mi boca y le di un mordisco, abrí los ojos como platos al sentir su sabor, ¡era de caramelo!, en menos de cinco segundos ya no había manzana, estaba siendo disgustada por mi estómago, feliz de la vida comencé a caminar por el lugar, pueod jurar que era igual que la película "Charlie y la fabrica de chocolates", excepto que no era una fábrica, estaba al aire libre, el cielo era rosado y las nubes moradas, ¡pero que sueño más increíble!, creo que estaba drogada, mi imaginación no daba para tanto, ¡pero como no disfrutar esto!, me acerqué al rio gigante, ¡my god se veía tan apetitoso!, si no hubiera hecho el test de emabrazo diría que este sueño son producto de mis antojos, en fin, nada de deprimirse, ¡no en este sueño!, me acerqué a la orilla del río, me senté para poder sacar chocolate, ¡yummy!, pero ¿con qué lo hacía?, de la nada apareció un cucharon rosado a mi lado, lo tomé con gusto y lo metí al río, cuando lo saqué lo metí enseguida a mmi boca y ¡dios mío santo el mejor chocolate que he probado en mi vida!, pero de la nada todo comenzó a desvanecerse, ¡no, no quiero despertar!, el río se fue, los árboles gigantes, luego yo me desmayé...

Desperté a los segundos, que raro era todo esto, cuando abrí los ojos me encontré con Alice y Rose, ellas me sonrieron de oreja a oreja y comenzaron a gritar como locas.
-¿qué pasa?- les pregunté mientras me sentaba en el sofá, ya que antes estaba acostada.
-¡vas a ser mamá!- chillaron las dos al mismo tiempo, yo las quedé mirando como ¿What?, haber bella, asimila las cosas, "vas a ser mamá", eso solo te lo dicen cuando vas a tener un hijo ¿no?, entonces ¿yo?, comencé a gritar como loca, las chicas me acompañaron, me paré y me puse a saltar, ahí estábamos las tres saltando y gritando, cuando de repente abren la puerta de la cocina, ahí recién me di cuenta que estaba en la mansión Cullen, miré a Esme que salía de la cocina seguida por Carlisle, Emmet, Jazz y... ¡Edward!, él corrió a velocidad vampiro hasta donde me encontraba y me abrazo tan fuerte que me levantó del piso.
-¡vamos a ser padres, amor!- su aliento chocando contra mi oído y su tono tan acaramelado me derritieron literalmente el corazón, le devolví el abrazo aoretándome más contra él.
-no puedo creerlo, amor, estoy tan feliz- acomodé mi rostro en su cuello mientras suspiraba de alegría y alivio.
-ves Edward, ¡te dije que no era por tu virilidad!- Emmet, siempre tan matapasiones.


-Emm, omite comentario- dijo Alice, no pude ver su expresión pero debíó ser graciosa ya que todos reían, saqué el rostro del cuello de mi Edward para mirar a Carlisle, había algo que me estaba inquietando.


-no te preocupes, hice exámenes, tomé muestras de sangre, todo bien con el pequeño o la pequeña, en unas semanas o tal vez días podrñas escuchar algunos latidos- Carlisle se me adelantó respondiendo una pregunta que nunca pronuncié, una sonrisa de satisfacción se escapó de mis labios- y lo mejor es que aún tienes un lado humano, tu cuerpo puede cambiar, es decir, puedes tener un embarazo estable.


-así que Little Baby está bien- ya comenzaba Emmet, pobre bebé, aún no nacía y ya tenía sobrenombre- Bella, ¿te das cuenta de que engordarás hasta explotar?, yo que tú uso cremas, las estrías son muy comunes en las embarazadas, imáginate como quedarás después del embarazo, dios mío- Emmet puso sus manos en sus mejillas y puso una expresión de horror fingido, lo miré feo, aunque pensándolo bien esa era la puro verdad.


-¡dios pareceré una vaca!- tenía miedo de engordar, ¡tener estrías!, bueno todo por el bebé, aunque eso no quitaba mi horror a las estrías.


-¡ves lo que haces, mastodonte!- Alice le pegó en la nuca a Emmet, él puso una expresión de "¿ahora qué hice?", me reí de la escena, pero luego me dieron ganas de llorar al ver la pequeña cintura de ALice y al pensar que yo no iba a tener mi pequeña cintura, digo, yo no era de esas chicas egocéntricas hechas de plástico, pero ¿a qué chica no le gusta verse bonita, sentir que la desean, ver como a tu novio se le cae la mandíbula cuando te vistes en babydoll?, otra sonrisa se me escapó al recordar ese día.


-oh, oh, aquí viene la etapa de bipolaridad de Bella, las embarazadas siempre están sensibles, acabas de pasar de horror a diversión a tristeza y a alegría, controla tus emociones, Bellita- Jasper me sonrió amablemente, yo lo fulminé con la mirada haciendo que su sonrisita se borrara al segundo.


-¡¿por qué ustedes dos no escriben un maldito libro de las embarazadas?!- les grité furiosa, ¡dios mío Jazz tenía razón!, parecía una loca desquiciada.


-Bells, calma, sé que estás sensible, solo debes aceptarlo, estás embarazada- Emmet trató de calmarme, pero eso me hizo recordar que en unos meses parecería una bola, comencé a desesperarme, mi respiración se agito, las lágrimas comenzaron a escurrir por mi rostro...


-mmm, creo que será mejor que ustedes dos se vayan a su casita, Edward tratará de distraerte, sé que lo hará- Alice me habló despacio, como si fuera un retardada mental, luego me guiñó un ojo mientras me empujaba a mí y a Edward hacia la puerta- diviértanse, ¡y tengan cuidado!


-sí, ¡no queremos quintillisos!- dijo Emmet riéndose a carcajadas, Edward le dedicó una última mirada asesina antes de salir por la puerta abrazándome por el costado.


-¿quieres correr o te llevo?- Edward me sonrió mientras extendía sus brazos hacia mí, le devolví la sonrisa, podría sacar provecho de esto...


-la verdad es que estoy bastante cansada, ¿en serio me llevarías, amor?- le hice un pucherito, sabía que le encantaba eso, su sonrisa se agrandó y a una velocidad inhumana me cargó en su espalda, yo enrosqué mis piernas alrededor de su cintura y puse mis brazos en su cuello.


-¿cómoda?- me preguntó con un toque de diversión en su tono.


-mucho- comenzó a correr hasta nuestra casa, que no era mucho, yo solo disfruté de su cuello repartiendo pequeños besitos, cosa que al parecer le gustaba, porque tenía una encantadora sonrisa torcida en su rostro.


-como sias haciendo eso no respondo por mis actos.


-¿ah, no?- comencé a subir por su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja y mordisquearlo, él soltó un leve gemido, mmm, esto me estaba gustando.


-Bella, ya llegamos- Edward interrumpió todas mis intenciones bajándome de su espalda, hice otro pucherito y miré al suelo, yo quería seguir jugando, de repente sentí sus manos en mi espalda, de un segundo a otro estaba en sus brazos al estilo recién casados, le dediqué una sonrisa picarona.


-sabes, ahora que recuerdo, nosotros nunca tuvimos luna de miel- lo miré con una carita de perrito, al parecer me estaba apegando mucho a "mi papel de embarazada", él se rió, no sé si por mi pensamientos, mi comentario o mi rostro, tal vez las tres.


-no es mala idea, podríamos tomarnos unas vacaciones- su sonrisa se agrandó mostrando sus perfectos dientes en una perfecta sonrisa, mi dios, una perfecta tentación- tú eres una perfecta tentación- se acercó a mis labios y me robó un beso cargado de pasión, juntando nuestros labios en un fuego invisible pero visible para nosotros, él me pegó más a su pecho, y yo, aprovechando que estaba en sus brazos, rodeé su cuello con mis brazos, esto era lo que necesitaba, una relajante y prendida noche con mi Edward, él puso su lengua en mi labio inferior y yo más que encantada abrí mi boca dejando que neustros alientos se fundieran en uno, disfrutando de su calidez, de su sabor, de su aroma, sentí una brisa a mi alrededor, luego una superficie blanda debajo de mí, abrñi lso ojos, estábamos en mi habitación, en mi cama e, increiblemente, yo estaba sin polera, ¿en qué momento lo hizo?- la práctica hace al maestro- Edward me sonrió con suficiencia mostrándome mi polera.


-pues nosotros debemos ser dioses del sexo- me reí pero Edward tapó mis carcajadas con su boca, mmm, me esperaba una larga noche.

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