lunes, 21 de septiembre de 2009

uan eternidad perdida en tus ojos, capítulo 31: "adiós"


-no, por favor, Edward, sé que estás vivo- aún podía escuchar los gritos de mi Bella, era increíble como me dolía verla sufrir, ella estaba demasiado mal por que yo había muerto, quería decirle que yo estaba bien, que seguiríamos juntos, que nada malo pasaría, quería tenerla en mis brazos y protegerla de todo el mundo, pero cuando ella se acercó a mí me dieron unas ganas increíbles de matarla, cuando se acercó a mi rostro su dulce aliento me chocó, no me podía creer que yo quería matar a mi propia esposa, a la que tanto amaba, es que su aroma me llamaba tanto, era algo increíble, algo inexplicable, ya que la sangre de Alice no me llamaba tanto, que era apetecible, lo era, pero no tanto como la de mi Bella, lo mejor será alejarme de ella, aunque no sé si podré, la necesito demasiado, tendré que apañarme las ganas de matarla, prefiero contenerme antes de perderla.
-dios mío, esa chica parecía tan cuerda, pobre Samantha, primero se queda sin padre y ahora sin madre, será una pobre huérfana- escuché una voz femenina, no sabía quien era, pero me dieron ganas de matar a esa persona por recordarme como había arruinado a mi familia, al parecer mis instintos vampíricos eran fuertes, ya que quería matar a todo el mundo.
-lo sé, pero aún tiene a su abuelo, él es un gran hombre- esa era una voz masculina.
-estamos aquí reunidos para llevar este cuerpo bajo la tierra y elevar esta alma hasta el cielo- comenzó el padre, eso creía yo, a hablar, pronto me enterrarían, debería quedarme ahí, bajo la tierra, aunque me aburriría demasiado...- esperamos que Edward, quien dio su vida por la patria, descanse en paz- así siguió, bla, bla, bla, yo no escuchaba ni una palabra, solo pensaba en mi Bella, la debe estar pasando muy mal- pueden enterrar al cuerpo- comenzó a sonar la típica tonada de funeral mientras yo sentía que el ataúd se movía, después de media hora dejé de escuchar ruidos de voces, respiraciones y palpitaciones, Edward, sal de ahí, no hay nadie, me dijo Jazz por el pensamiento, sí, podía leer mentes y lamentablemente, también la de Bella, fue horrible ver todo lo que me perdí, sentir la tristeza que ella sentía, que se sumaba a la mía, comencé a abrir el ataúd, para un vampiro no era difícil, podía romperlo en menos de un segundo, pero lo malo es que no debía dejar evidencia, después de salir del ataúd comencé a escarbar en la tierra hasta llegar a la superficie, salí de ese agujero y traté de dejarlo como antes estaba, me sacudí la tierra del smoking que llevaba y me encontré con Jazz a la salida del cementerio, como lo habíamos acordado… -por fin- me dijo rodando los ojos.
-lo siento, es que me quedé con mis pensamientos- me excusé.

-sé lo que sentiste, por mi don, creo que lo mejor es que te alejes de Bella, solo por un tiempo, hasta que puedas controlarte- me aconsejó mientras corríamos por el bosque.
-¿y luego qué?
-¿de qué hablas?
-controlaré mi sed, me quedaré con Bella, le robaré su futuro, su vida, me robaré lo poco que queda de ella, ya que ya me robé su felicidad, y esperaré hasta que muera, le quitaré todo lo que tiene por mi felicidad, ¿en serio crees que haré eso?- le pregunté incrédulo.
-te haré una simple pero a la vez complicada pregunta, ¿en serio crees que podrás pasar un día más sin ella, sin abrazarla, sin besarla, sin tenerla a tu lado?- ouch, había dado justo en mi debilidad, Bella- tengo otra pregunta, ¿aguantarás pasar un segundo más sin poder si quiera ver a tu hija, sin ni siquiera cargarla una vez, sin poder ver como crece, como te dice papá, como es feliz junto a sus padres?

-ya entendí- dije sin ánimos.

-vamos, saquemos a las chicas de ese horrible lugar, no me puedo imaginar a Alice ni a Bella junto a un montón de locos de verdad- se estremeció ante la idea.

-cierto- comenzamos a correr siguiendo el exquisito olor de las chicas. Cuando estábamos cerca del lugar comencé a escuchar pensamientos, 'pobrecitas, deben estar pasándola mal ahí adentro, son solo unas jovencitas de 17 años, recién comienzan sus vidas y además son muy guapas, tenían un gran futuro con sus maridos', al parecer esa persona no sabía que nosotros habíamos “muerto”, 'Edward, Edward, yo sé que él está vivo, necesito estar de nuevo con él', esa era mi Bella, no cabía duda, aunque no podía escuchar a Alice, debía estar más lejos.

-Edward, ¿dónde están?-me preguntó Jasper.

-escuché a Bella, pero aún no a Alice, debe estar más lejos, busquémosla, la sacamos y luego volvemos por Bella- Jazz solo asintió, por una parte me alegraba que pudiera estar de nuevo con mi Bella, aunque igual la haría escoger lo que ella quisiera.

-por acá, siento su olor- me dijo Jasper, comenzamos a correr por el techo del loquero o hospital o lo que fuera que fuera esto, hasta que comencé a escuchar sus pensamientos, 'Jazz, Bella, Edward, dios, ¿qué está pasando aquí?, ¿qué pasó con nuestras vidas perfectas?, mi Jazz, lo necesito', Alice comenzó a sollozar, Jazz la escuchó y comenzó a correr más fuerte, yo lo seguí por atrás hasta que llegamos a la habitación donde ella estaba encerrada, estaba sola, perfecto, podríamos sacarla fácilmente, entramos al lugar por una ventana abierta y nos fuimos como fantasmas hasta la habitación de Alice, sigilosamente la abrimos a la fuerza, nadie vio nada fuera de lo común, entramos rápidamente, Alice comenzó a saltar de alegría y llegó hasta los brazos de Jazz.
-yo lo vi, yo sabía- dijo alegremente.
-shhh, calma Alice, vamos por Bella- dije para que no se pusiera a gritar.

-vamos- Jazz tomó a Alice en brazos, salimos por otra ventana y comenzamos a correr por el techo de nuevo, para que nadie nos viera, seguimos hasta que encontré el olor de Bella, pero no habían pensamientos y, extrañamente, su olor estaba mucho más intensificado, me llamaba el matarla, pero me aguanté, corrí demasiado rápido, ya que Jazz no pudo seguirme, hasta llegar a la habitación de Bella, entré por la ventana de su habitación, rompiendo los barrotes que la protegían, pero llegué demasiado tarde, me quedé con los ojos como platos al ver que Bella estaba acostada en su cama, bañada en sangre, con razón su olor se había intensificado, por eso no podía escuchar ni sus pensamientos, ni sus respiraciones, ni sus latidos…

-no, no, no, no, no- comencé a sollozar al lado del cuerpo de mi amada, escuché como Alice y Jazz entraban al cuarto y se quedaban en estado de shock por lo que veían- no, no, no- debía salvarla, seguí sollozando, pero ahora me acompañaba Alice, tenía que salvar a mi Bella, me acerqué a su cuello, aunque fuera un neófito lo intentaría, todo por mi Bella, le mordí el cuello, sentí su sangre fluir por mi boca, si su olor era exquisito, esto no se le comparaba en nada, aunque logré controlarme, pero ella no respondía, ya estaba muerta, no había nada que hacer, había llegado demasiado tarde, la miré detenidamente, esta imagen era la más dolorosa que había visto en mi vida, jamás pensé tener tanta tristeza.
-Edward, vámonos, ya nada la salvará, no podemos convertirla- me dijo Jazz.

-ya nada la salvará- me dijo Alice.
-no, no, no, no, no, es que no puedo dejarla así, aquí tirada- comencé a sollozar de nuevo.

-Edward, vamos, nos descubrirán- me dijo Alice, miré sus ojos, en ellos había preocupación y tristeza, claro, su hermana del alma había muerto, 'calma, Edward, por algo pasan las cosas', pensó Alice, solo asentí, no quería arruinar la vida de mis hermanos además de arruinar la vida de mi Bella.

-vamos- me levanté decaído, me incliné hacia los labios de Bella y le di un delicado beso, el último, la vi por última vez y me fui seguido por mis hermanos, cuando ya estábamos en el bosque aún podía escuchar los latidos de los corazones de los humanos del hospital, pero me pareció escuchar un corazón que yo conocía demasiado, el cual era mi sonido favorito, el de mi Bella, pero fueron tres palpitaciones, nada más, debo estar alucinando, yo la vi muerta, ni mi ponzoña ni nada la salvará.

nota de autor: desde ahora todos los capitulos (excepto los que digan lo contrario) serán contados por Edward :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario