sábado, 26 de diciembre de 2009

feliz año nuevo...¿desconocido?


-Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor- Alice estaba con sus manos juntas arrodillada a mis pies mirándome con ojitos de cordero degollado suplicando por milésima vez, si escúchaba de nuevo una palabra de su boca no se lo que haría- Bella, por fis, por fis, por fis, por favor, ¡POR FAVOR!- ella elevaba la voz cada vez más hasta producir un gritito insoportablemente agudo.



-¡alice, por dios para!, ¿acaso tus cuerdas vocales resisten ese tono?- la reproché mientras ponía mis manos en mi cintura y la miraba enojada, ella seguía ahí, en el suelo, mirándome con sus ojos vidriosos.



-¡es año nuevo!- volvió a gritar moviendo sus manos desesperada, como si yo no entediera algo tan simple- nuevo año, nuevos chicos, nuevas aventuras, ¿por qué te resistes a lo bueno, Bella?- se paró del suelo sacudiendo sus pantalones pitillo negros sin ningún rastro de manchas- ¿necesito explicártelo de nuevo?- me miró como si fuera mi madre castigándome por haber hecho algo malo, bajé mis manos a mis costados soltando un profundo suspiro, asentí- mi hermano vuelve de inglaterra, ¡hoy!, ha pasado toda su maldita vida allá estudiando, ¡viene hoy, aquí, Forks, a mi fiesta, mi hermano!, ¿me vas a decir que no recuerdas a ese chico de ojos verdes que siempre te molestaba y yo le pegaba por eso?- Alice me miró esperando una respuesta, pero yo no quería responderle, ese chico 'Edward' alias 'soy-increíble-tú-no' siempre me molestaba cuando éramos pequeños, antes de que se fuera nosotros teníamos tan solo 10 años, recordaba tan lípidamente esos tiempos que me daban ganas de golpearme la cabeza solo para olvidarlos, todos los días llegaba llorando a casa porque el don 'súper-macho' me molestaba cada vez que tenía oportunidad, y créanme, no le faltaban oportunidades. Debo ser sincera, cuando pequeña no era la más linda de las chicas,usaba frenillos que no eran muy atractivos que digamos, además de los lentes con un marco grande y negro que era imposible pasar desapercibido, sin mencionar la maraña que hacía llamar pelo, y para la gota que derramaba el vaso, mi personalidad no era muy envidiable que dijéramos, sí, era una chica desafortunadamente nerd, pero ahora, cualquiera que me viera quedaría petrificado del cambio, ¡sí, hasta yo quedé así!, recuerdo ese día, un día antes de que empezáramos la secundaria, Alice quiso hacerme un cambio de look, ¡y qué cambio!, para ese tiempo ya no tenía frenillos, mis dientes eran perfectos, pero lo demás seguía igual. Primero Alice me sorprendió con una cajita de lentes de contacto, ella había convencido a mis padres de que me los comprarán, era imposible decirle que no a Alice, y luego me dejó estupefacta cuando empezó a jugar con mi pelo, ¡me dejó increíble!, mi pelo ahora era dósil, liso, brillante, largo, con algunos bucles naturales, era como de esos anuncios de tintes de cabello, y todo gracias a una crema para peinar anti-frizz, ¿quién lo diría?, y bueno, en lo que consierte a moda, gracias a Alice, he mejorado bastante, mantengo mi estilo, y todo eso me ha dado bastante seguridad, por lo que mi autoestima a subido bastante, sobretodo cuando los chicos de secundaria se quedaron mirándome, por ende, mi personalidad se ha ido puliendo de a poco hasta ser una chica relajada, simpática y un poco bromista, gracias a Emmet, era imposible que no se te pegara su sentido del humor...clack, clack, clack... El sonido de un taconeo me sacó de mis pensamientos, Alice estaba esperando la respuesta, puse mis ojos en blanco.



-sí, lo recuerdo perfectamente.



-pues entonces, ¡¿no te gustaría dejarlo babeando cuando te vea con este vestido tan increíblemente genial?!- Alice volvió a mostrarme el vestido que descansaba encima de su cama, suspiré resignada y asentí antes de que empezara a suplicar de nuevo- ¡sí!, sabía que te convencería.



-siempre lo haces, no sé ni para qué lo intento- tomé el vestido y caminé hacia el baño de Ali.



-bien, vístete, yo vendré en unos minutos a arreglarte, tengo que ver algunos detalles abajo- asentí distraídamente mientras cerraba la puerta del baño, me miré al espejo, que patético Isabella, te dejas vencer por un duendecillo, bueno, era casi imposible ganarle a esa diablilla, voltié la mirada del espejo hacia el vestido que tenía en la mano, lo extendí enfrente de mi mirada, no estaba mal, (http://www.thehollywoodgossip.com/images/gallery/kristen-stewart-fashion_211x463.jpg) era mi estilo rocker que tanto amaba, pero sin dejar atrás el lado femenino del vestido, ¡rogaba al cielo para que Alice me dejara usar mis converse!






Una hora más tarde...



-Bella, el señor seducción acaba de llamar- Alice me sonrió diabólicamente mientras yo tomaba un poco de la piña colada que me acababan de dar en la mini-barra que Alice había instalado en el gran living comedor de la mansión Cullen, Alice había transformado este lugar en un verdadero pub, era increíble, aunque Jazz, Emmet, Rose, Jake y Nessie habían ayudado bastante...



-¿y...?- le contesté a Ali para que siguiera hablando.



-llegagará en cualquier momento- me dedicó una sonrisa llena de júbilo y venganza, le devolví la sonrisa y luego me fui hacia la pista a buscar algo que hacer, busqué a mis amigos, bailaban en pareja: m a l d i c i ó n, odiaba quedarme sola, en estas ocasiones odiaba estar soltera.



-hola lindura- dijo una voz bastante melódica a mis espaldas, me di vuelta, no podía ver mucho por la oscuridad del lugar, pero luego de unos segundos inspeccionando al estúpido que me había dicho lindura me di cuenta de que era el estúpido de Mike que había cambiado su voz a un tono menos agudo.



-no me digás así- le contesté cortante, me di media vuelta y comencé a caminar perdiéndome en la multitud, ¡qué se creía el muy idiota en decirme lindura!, ja, mejor sola que mal acompañada, antes muerta que con Newton. Seguí mirando distraida, buscando algo interesante...con resultados nulos, bebí un poco más de mi copa, suspiré, estaba tan oscuro que no podía ver muy bien a los chicos, no podía ver si eran lindos o no, mejor no arriegarse...



-hola a todos- una vocecita de soprano tan conocida para mí, amplificada por un micrófono, me distrajo de mis pensamientos, la música bajó su volumen quedando en un segundo plano, Alice estaba parada en un mini escenario con una sonrisa radiante mostrando todos sus blancos dientes, de la nada tres focos comenzaron a encenderse uno por uno hasta que la sala quedó iluminada tenuemente, ¡aleluya!, por fin pódía ver que tenía en frente- espero que la estén pasando bien, estoy muy alegre de que casi todos hayan asistido, les agradesco su presencia y me disculpo por la interrupción, pues ahora comenzaremos la cuenta regresiva, queda un minuto para las doce, chicos, arriba esas copas, busquen a sus parejas, ¡recuerden la tradición!, las chicas solteras busquen a un hombre para abrazar, ya que si lo hacen tendrán amor este 2010, y las chicas con pareja busquen a sus hombres para besarlos, ya que si lo hacen su amor durará para siempre- hubieron murmullos entre el público mientras la gente se movía buscando a sus acompañantes.



-ilusos- murmuré cruzándome de brazos, como si esa estupidez funcionara.



-¿Bella, Bella Swan?- dios, dios, dios, dios, esa voz no puede ser la que yo pienso que es, ¡dios si me quieres haz un milagro y dime que me equivoco con esta voz!, lentamente me di vuelta para ver quien me hablaba a mis espaldas, tenía miedo del resultado, y lamentablemente mis conjeturas eran correctas, el don seductor alias 'idiota-cruel-estúpido' como quieran llamarlo, yo solo sabía que Edward Cullen estaba en frente de mí mirándome de arriba abajo con una expresión sorprendida, bastante sorprendida, miré sus ojos recorrer desde mis converse, pasando por mis piernas, deteniéndose unos segundos demás en mis caderas, avanzando en mi cintura y deteniéndose en mis pechos, ¿what is his problem?, so my god, este pervertido no subia la mirada, me sentía desnuda ante él, carraspeé llamando su atención, él pestañeó algunas veces antes de levantar la mirada a mi rostro, lo miré enarcando una ceja, ¿qué se creía este don juan inglés?, ¡acaso creía que solo porque él estaba increíblemente exquisito y que me moría por él porque, oh mi dios, Edward Cullen si que había mejorado durante estos siete años, digo, antes no estaba mal, pero ahora era mi perdición... en fin, acaso creía que solo por eso él podía mirarme descaradamente!, no, no, no.



-¿sí?- bien Bella, juguemos al desconocido.



-¿no me reconoces?- dijo con incredulidad, eso solo me incitó a seguir indiferente, maldito egocéntrico.



-¿debería?



-diez, nueve...- ALice comenzó a contar desde el pequeño escenario improvisado, no giré mi rostro hacia ella, solo seguí mirando a Edward que me miraba entre asombrado y decepcionado, ¡ja!, dañé su muy elevado autestima- ocho, siete, seis- todos comenzaron a contar acompañando a Alice, excepto "el desconocido" que tenía al frente y yo, aunque mister egocéntrico no se quedó quieto, se acercó un paso, peligrosamente cerca de mi, mierda que está haciendo este estúpido, lo miré con reproche, pero no me moví, mi cerebro estaba como apagado, solo me quedaban neuronas para mirarlo sorprendida, pero él se siguió acercando- cinco, cuatro, tres- Edward puso sus manos en mis brazos manteniéndolos en mis costados, como si yo lo fuera a detener, sea lo que sea que hiciera, yo solo lo miraba como estúpida, ¡bien Bella!- dos, uno- inesperadamente Edward junto sus repugnantes labios (figurativamente, ya que eran bastante tentadores, demasiado diría yo) con los míos haciendo que miles de mariposas volaran en mi estómago, abrí mis ojos como platos al sentir sus labios moverse insistentes contra los míos, ¿mierda?, la verdad es que no sabía bien qué diablos opinar de esto, la verdad es que sí sabía pero no lo quería aceptar, me gustaba, me gustaba en grado sumo, me gustaba peligrosamente, es más, amaba sentir sus labios tratando de tener el acceso a mi boca, me gustaba tanto que no pude evitar seguirle el beso, Edward apretó más mis brazos a mis costados como si temiera que ahora si lo iba a detener, iluso, ni muerta detengo esto, adoraba sentir su aliento mezclarse con el mío, su sabor dulce disgustado por mis pupilas, nuestras lenguas acariciándose en una batalla interminable, que ninguno deseaba acabar, pero recordé a quien estaba besando y por qué no debía hacerlo y no encontraba razón lógica de por qué lo había dejado hacerlo, separé mi rostro del suyo apretando mis labios para que no me volviera a besar, él entendió el mensaje y dejó de intentar de hacerlo, cuando por fin soltó mis brazos levanté la mirada y me asombré por su sonrisa torcida, no solo porque estaba fuera de contexto, también porque deslumbraba, estúpido.



-feliz año nuevo, Bella.



-feliz año nuevo...- vacilé, aún quería molestarlo- ¿desconocido?- Edward me miró con la decepción reapareciendo en su rostro- Edward- me corregí a mi misma rodando los ojos y cruzándome de brazos, me miró enarcando una ceja- no te haría mal bajar tu ego, ¿sabes?- ahora fue él quien rodó los ojos.



-entonces, ¿si me recuerdas?



-¿cómo olvidar al chico que me molestaba a diario?-lo miré con recelo mientras la decepción volvía a su rostro, al parecer a él no le gustaba que recordara esa parte de nuestra infancia.



-respecto a eso...



-da igual- lo interrumpí dándome vuelta sobre mis talones y caminando hacia la multitud, para mi sorpresa él me detuvo tomando mi muñeca y volviendo a voltearme.



-en serio, no da igual, fui un imbécil...



-pero si yo siguiera como antes, ¿dirías lo mismo?- lo volví a interrumpir mirándolo con un deje de dolor, y al parecer, el lo notó.



-sí, ya te lo dije, fui un imbécil, más que eso, me siento tan estúpido por haberte hecho eso.



-ya te lo dije, da igual.



-yo pensaba lo mismo, pero Ali me explicó por qué ella siempre me decía estúpido insensible, siento haberte hecho llorar, en serio, no era mi intención- wow, eso llegó como daga en el corazón, me recordó no solo las horas llorando en mi habitación, también las horas que pasé en el psicólogo, sí, patético, pro mi madre me obligó a ir por mi timidez, mmm, bastante patético.



-en serio...- me detuve a mitad de la frase al notar que mi voz se quebró a causa del llanto que luchaba por salir a flote, bajé la mirada al suelo al ver que él también lo había escuchado, rápidamente, sin darle tiempo a reaccionar, me escabullí entre la multitud que seguía bailando, la música volvió a sonar, no me habia dado cuenta que por esos minutos solo existió Edward para mí a tal punto que no sabía que había pasado a mi alrededor, pero ya daba igual, solo quería escapar, miré la puerta, estaba muy lejos, debía desaparecer luego antes de que él me econtrara, subí las escaleras rápida y sigilosamente, cuando llegué al segundo piso pude respirar a gusto, fui directo a la pieza de Alice, al entrar solo me tiré en la cama sin controlar las malditas lágrimas, aunque me comprendía, si un chico te repetía a diario que eras fea haciéndote llorar y siete años después vuelve pidiendo perdón haciéndote recordar todo lo que había pasado... era comprensible que tu estado de ánimo colapsara. Y aquí estábamos otra vez, repitiendo la historia, Edward causando mi llanto, mi tristeza, ¡buen trabajo!, me había creado un trauma.



-Bells- la voz de Alice hizo que cerrara los ojos fuertemente, yo estaba boca abajo recostada en su cama y ella estaba sentada a mi lado acariciando mi cabello.



-recordé todo, Ali- mi voz sonó patéticamente quebrada, pero no me importó, desde los diez años Alice siempre me consoló- no pude controlarme, recordé los insultos, las lágrimas, los sollozos, la tristeza, las tardes heladas en esa sala del hospital esperando al estúpido psicólogo- comencé a sollozar más fuerte, ¡que lindo año me esperaba!


Narra Edward.


Ver como Bella lloraba acostaba en la cama de Alice, desahogándose sin saber de mi presencia, relatando todo lo que pasó por mi culpa, me destrozó completamente y fue peor aún pensar que eso no era ni la milésima parte que tenía que soportar Bella.



-lo intenté, traté de no recaer, pero no pude, solo escuchar su voz me trajo recuerdos- Bella seguía sollozando.


-los vi besarse- comentó Alice seriamente, ahora mirándome a mi, Bella comenzó a sollozar más fuerte, yo no sabía como explicar ese beso, fue solo instinto, o inercia, o tal vez las ganas que tuve (y tengo) de hacerlo al verla tan linda y delicada mirando al escenario.


-no sé que está pasando, Alice, pero no quiero que esto vuelva, no quiero que él vuelva- wow, eso llegó como daga al corazón, pero era entendible, la traté tan mal cuando éramos solo unos niños, yo era tan despreciable, no era inesperado su odio, pero si me tomó desprevenido- a todo esto, ¡por qué le dijiste a Edward todo lo que pasé?- Bella levantó la mirada de la almohada a Alice mirándola con reproche, tenía sus ojos rojos y el maquillaje corrido, pero seguía tan hermosa como siempre. Alice se encogió de hombros y me miró haciendo que Bella siguiera su mirada, ella abrió los ojos como platos al verme y volvió a enterrar el rostro en la almohada rosa de Alice, gritó contra esta amortiguando el sonido, pobre Bella, de vedad mi visita no había sido muy grata para ella- ¿pueden dejarme sola?- dijo en un susurro, le hice un gesto a Alice para que se fuera, ella se levantó, pasó a mi lado y antes de salir me susurro "le haces algo malo, te causo el doble de dolor", eso me dio miedo, debo admitirlo, pero no debía temer, yo solo quería disculparme.



-Bella yo...



-Edward, para, en serio, no quiero verte, ni escucharte, nada, solo quiero estar sola- me interrumpió con sus manos hechas puño y enterrando su rostro más fuerte en la almohada.



-quiero arreglarlo- dije sin pensarlo, ¿qué podía hacer para que Bella me perdonara?- de verdad discúlpame, antes era un chico egocéntrico, caprichoso, estúpido, un simple idiota, pero he cambiado, de verdad, te juro que ahora me arrepiento de lo que te hice, si pudiera cambiar algo en mi vida, sería eso- caminé hasta la cama, vacilé unos segundos antes de sentarme, no estaba seguro de qué hacer en este momento, sentía que debía hacer que Bella me disculpara, era como una necesidad, necesitaba verla sonreír, necesitaba sentirla cerca, ¿qué me pasaba?- Bella, si supieras como me siento yo ahora...



-no- me volvió a interrumpir, levantó la mirada y me fulminó con ella, se incorporó hasta sentarse de rodillas sin quitarme la mirada de encima, esa mirada me recordaba a Alice enojada y eso no era bueno- si tú supieras como yo me siento ahora, como yo me sentí cuando me insultabas, como yo me sentí cuando te fuiste, ¡si tú supieras un poco de mí entenderías como me siento ahora!- Bella estaba gritando y volviendo a llorar- eres un estúpido insensible, pero ¿sabes qué?, te agradezco una cosa, me bajaste de mi nube de en sueños, yo creía en los cuentos de hadas, en mi príncipe azul, pero cuando te fuiste entendí que solo son eso, cuentos, y que los hombres solo son unos estúpidos górilas primitivos, y que tú eres el más imbécil de todos- se bajó de la cama de un salto pero yo la detuve antes de que saliera de la habitación.


-lo sé, fui un imbécil, pero te juro que cambié, te prometo que me arrepiento de todo lo que hice, Bella no sé por qué mierda hice todo eso ni tampoco sé por qué necesito con toda locura que tú me perdones, no sé lo que me pasa, solo sé que te necesito y necesito que me perdones- wow, ahora que me vengo a dar cuenta esas palabras suenan más como una declaración que como una disculpa de un amigo, bueno, si es que ella me considera eso después de lo que le hice. Ella me miró con sus ojos chocolate que ahora me daba cuenta, eran increíblemente hermosos, tan profundos, ahora vidriosos, me miró con sorpresa, y no era para menos, pero no me arrepentía de mis palabras- te lo repito, no sé lo que me pasa, pero de verdad te necesito- tomé una de sus manos que descansaba a su costado, ella me miró más sorprendida y ahora confundida, entrelacé nuestros dedos mientras acariciaba su palma con mi dedo pulgar, aproveché que ella me miraba para decirle todo a los ojos, los más sincero que pude ser- nunca debí haberlo hecho, fui un estúpido, más que eso, no hay palabras que describan lo idiota que fui, pero tampoco hay palabras que describan como me siento ahora, lo que siento por ti- ella abrió más sus ojos y me callé ya que no sabía si la estaba asustando o no, me acerqué un poco más a ella, Bella me miraba como si tuviera una tercera cabeza, y yo la miraba con...no, no podía ser, ¿yo?, ¿ella?, ¿nosotros?, ¡me gusta Bella!, no, un momento, no me gusta, más que gustar, traté de buscar en mi memoria algo que me explicara eso, recuerdo cuando éramos pequeños, Bella siempre jugaba con Jacob, nunca me miraba o hablaba conmigo, siempre me ignoraba, y yo me ponía....¡¿celoso?!, mierda, yo molestaba a Bella para llamar su atención, ¡y ahora me vengo a dar cuenta!, estaba celoso porque ella me gustaba pero no me daba ninguna oportunidad, eso es tiernamente estúpido, se me escapó una sonrisa, y no pude reprimir una carcajada, ¡que estúpido fui!, y qué estúpido soy, ¡después de siete años me doy cuenta que necesito a Bella!


-sabía que esto era demasiado bueno para ser cierto, ¡déjame en paz, Edward!, no te atrevas a molestarme otra vez, ya no soy la misma niña pequeña e indefensa de antes, ¡no te rías de mí!- Bella estaba fúrica, ella pensaba que yo me reía de ella... ¡bein, Edward, si sigues así al perderás para siempre, estúpido!


-Bella no me río de ti, me río de mí- ella me miró enarcando una ceja- me acabo de dar cuenta de por qué te molestaba- se me salió otra risita- ¿recuerdas cuando jugabas con Jacob?- ella asintió aún desconcertada- estaba celoso, tú me gustabas, nunca me tomaste en cuenta, entonces usé la peor forma de llamar tu atención- ella se quedó pensando unos segundos antes de ruborizarse y bajar la mirada.


-técnicamente, ¿tengo la culpa?- dijo con un poco de diversión en su voz, volvió a levantar la mirada y arqueó una ceja, yo le sonreí y asentí.


-nunca jugaste conmigo- le hice un pucherito y ella me sonrió de vuelta- ¿eso significa que me perdonas?- le pregunté esperanzado.


-depende- la miré esperando una respuesta- ¿por qué me besaste?- me miró sonrojándose, me encantaba el color de sus mejillas, se veía tan tierna.


-por la misma razón que quiero hacerlo ahora- le contesté con una sonrisa torcida haciendo que ella se ruborizara más - amo cuando te sonrojas- acorté la última distancia entre nosotros y la besé por segunda vez, y fue mejor que la primera porque esta vez Bella me respondió el beso, solté su mano y puse las mías en su cintura acercándola más a mí, ella subió sus delicadas manos hasta mi cuello enredando sus dedos en mi cabello, pasé mi lengua por su labio inferior saboriándolo, disfrutando del momento, disfrutando de mi Bella, ella entreabrió su boca dándome paso para profundizar el beso, nuestras lenguas se juntaron luchando po ver quien dominaba, aunque daba igual, con solo tener a Bella entre mis brazos ya había ganado el cielo, comencé a explorar su boca, sabía tan bien, Bella jadeo por falta de aire haciendo que yo recibiera todo su exquisito aliento despertando algo que jamás había sentido por otra chica, deseo. El beso pasó de ser tierno a desenfrenado, desesperado, apasionado, mis manos no se pudieron quedar quietas y comenzaron a recorrer el contorno de Bella, deleitándome con sus curvas, su pequeña cintura, sus tentadoras caderas, reprimí un gemido cuando ella jaló mi cabello, aún no nos separábamos, prefería morir ahogado antes de separarme, o en este caso, respirar por la naríz agitadamente. Las cosas comenzaron a calentarse un oco, era yo o hacía mucho calor, al parecer mis hormonas habían despertado, por que no pude aguantar el estampar a Bella contra la pared y seguir besándola más desesperadamente, ella bajó sus manos hasta mi camisa y comenzó a desabrocharla de a poco, pasando sus delicados dedos por la piel que dejaba expuesta, en estos momentos le daba gracias a dios por haber pensado en ir a un gimnasio hace dos años, Bella se detenía en todos los músculos que encontraba, pero al parecer el destino no nos quería demasiado, ya que la puerta se abrió dejando ver a una impresionada pixie, perdón, Alice.


-oh my god, y yo que pensé que se estaban matando porque había mucho silencio aquí, ¡pero qué diablos pasó!- Alice nos miró con la boca abierta y con una expresión incrédula.


-al parecer las tradiciones de año nuevo son ciertas- dijo Bella con una sonrisa de oreja a oreja, mientras sacaba las manos de mi camisa ruborizándose otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario