martes, 16 de febrero de 2010

una eternidad perdida en tus ojos, capítulo 63: "luna de miel" (contada por Edward)

-¿lista para nuestras primeras vacaciones solos?- susurré en el oído de Bella sonriendo al sentir como se estremecía cuando mi aliento acariciaba su cuello.
-sabes que no me gusta el suspenso- me contestó indicando con su dedo índice la venda negra que cubría sus ojos contrastando con su cremosa y blanquecina piel, una sonrisa apareció en mi rostro al escuchar lo ansiosa que estaba.
-es solo para hacerlo más especial, amor- aún hablaba cerca de oído, Bella inclinó la cabeza hacia un lado dándome paso libre a lo que me estaba muriendo por hacer, con una suave caricia corrí el pelo que caía sobre su hombro impidiéndome total acceso al lugar donde me perdía inevitablemente; su cuello, el olor de la poca sangre que quedaba en su cuerpo, el aroma de su escencia se concentraba en su garganta, me volvía loco al sentir ese delicioso elixir que por alguna razón amaba oler, pero odiaba la idea de beberlo, a mi parecer era porque sabía las consecuencias que esto traería, también se relacionaba con el amor que Bella me hacia sentir con tan solo sentir su presencia, y sobretodo en momentos como estos, donde solo podía pensar en su delicada y suave piel que hacia contacto con mis labios, sus pequeños temblores al sentirme, su textura, su aroma, su sabor, no podía dejar de pasar mis labios por su clavícula que, afortunadamente, estaba desnuda por el vestido strapless que ella llevaba, era una sensación extraña, podría ser comprada con una droga, te hacía querer más y más, sobre todo al verla expuesta entre mis brazos, entregándose totalmente a mis caricias, respondiendo con suspiros, estremecimientos, y hasta gemidos.
-Edward, ¿falta mucho?, no creo que podamos empezar nuestra luna de miel en un barco, menos si estoy vendada- eso solo comprobaba lo ansiosa que estaba, y yo no me quedaba atrás, solo pensar que la tendría para mí, por fin unos días solos, no es que no me gustara estar con mi familia, pero no era agradable ser interrumpidos repetidas veces- Edward- Bella me advirtió en tono de amenaza cuando comencé a pasear mis manos por sus curvas.
-calma amor, falta poco- a regañadientes me alejé de ella para seguir manejando el barco que, por los pocos minutos que Bella me distrajo, había estado sin rumbo fijo, aunque ya podía ver la isla desde donde estábamos.
-¿no me dirás a dónde vamos?- dijo ella con voz dulcificada y pasando su mano por el cuello de mi camisa...casi caigo, sino fuera porque acabábamos de llegar.
-no hace falta amor, aquí estamos, la abracé por la espalda para luego depositar un casto beso en su mejilla, puse mis manos en el nudo de la tela y lo desabroché en unos segundos, le quité despacio la venda tratando de poner más suspenso a la situación, desde mi posición podía imaginar como ella rodaba los ojos, cuando por fin se la saqué pude escuchar como su aliento quedaba atorado en su garganta, maravillándose con el hermoso paisaje- bienvenida a la isla Esme- ella se quedó absorta en sus pensamientos por unos segundos antes de mirarme con una ceja alzada.
-¿no es una mera coincidencia, cierto?
-no, Carlisle se la dio a Esme en uno de sus aniversarios y ella fue muy gentil al prestárnosla por unas semanas- contesté con una sonrisa torcida, Bella siempre tan meticulosa, nada se le pasaba.
-tendré que agradecérselo- murmuró ella con su vista perdida en el paisaje.
-¿vamos?- le pregunté acercándome a las maletas, ella asintió y me siguió, iba a tomar una maleta pero yo fui más rápido y la tomé en brazos al estilo recién casados, ella se sorprendió por mi movimiento y me miró incrédula.
-¿sabes que puedo caminar, no?
-es mejor así- le regalé una sonrisa y ella me la devolvió, sin esfuerzo tomé las maletas con la otra mano y salté del barco asiendo que Bella soltara unas hermosas y melodiosas carcajadas.
-estás loco.
-por ti- ella se sonrojó por mi comentario, no podía creer que después de tanto tiempo aún no se acostumbrara a los elogios- te ves hermosa con ese sonrojo- amaba hacerla parecer arbolito de navidad con simples palabras que no demostraban ni la quinta parte de lo que enrealidad sentía.
-basta de piropos baratos- dijo ella en tono burlón mientras yo caminaba por la arena hacia la casa de Esme.
-¿acaso no te gustan mis piropos baratos?- le preunté con un puchero, ella me sonrió y rodo sus ojos.
-eres increíble.
-lo sé- le contesté para molestarla, para ese entonces ya estábamos en la puerta de entrada, Bella se quedó mirando la fachada con la boca entreabierta y los ojos más abiertos de lo normal.
-veo que Carlisle no quizo ser tacaño con el dinero- comentó cuando yo abría la puerta y ella quedaba aún más impresionada- es tan grande como tu casa en Forks- la dejé en el suelo para que pudiera ver toda la casa por sus propios pies mientras yo iba a dejar las maletas a nuestra habitación, sentí sus pasos singuiéndome, abrí la puerta y entré dejando el equipaje en la alfombra al lado de una cómoda de madera tallada, me giré para ver a Bella, estaba abriendo el ventanal que daba hacia la playa, giró su cabeza y me dedicó una sonrisa picarona- a que no me atrapas- se rió juguetonamente mientras salía disparada por la arena corriendo con una gracia que no poseía al ser humana.
-a que sí- le respondí cuando salí hacia el aire fresco moviendo mis pies a todo lo que daban, en menos de tres segundos pude tomar la cintura de Bella y atraerla a mí haciendo que ambos calléramos a la arena, ella encima de mí, me miró frustrada dándome un suave golpe en el pecho.
-¿cómo corres tan rápido?- me preguntó mientras se acercaba más a mi rostro, le sonreí antes de estrellar nuestros labios en un cálido beso, nuestros labios se amoldaron como si hubieran sido creados para unirse, la sincronización de los movimientos era casi imposible, como si nos hubieran dicho cómo movernos, pero todo era tan espontáneo a la vez, mis manos pasando por su cintura hacia su cadera, sus dedos enredándose en mi pelo y acariciando mi mejilla haciendo que sintiera cosquillas donde ella tocaba- sé lo que quieres hacerme, vampiro depravado- murmuró entre mis labios haciendo que su aliento me embriagara, me costó un poco concentrarme en lo que decía- pero tendrás que atraparme para hacerlo- volvió a sontar una risa juguetona y salió corriendo de nuevo hacia nuestra habitación, la seguí lo más rápido que pude, entre casi a la par con Bella, ella se subió a la cama y yo la segui, pero antes de que pudiera agarrarla tomó una almohada y me golpeó con ella haciendo que miles de plumas volaran por la habitación.
-au!, esto es la guerra, Bells- la amenacé dándole un almohadazo haciendo que más plumas aparecieran en el aire callendo suavemente en la cama, en un segundo tenía a Bella encima de mí, yo acostado y ella sentada a horcajadas en mí, puso una almohada en mi rostro haciendo que no pudiera respirar, como si lo necesitara, comencé a forcejear mientras escuchaba su musical risa, puse mis manos en su cintura tratando de sacarla pero ella se sentó de golpe otra vez, frotándose contra mí, ambos gemimos ante el inesperado roce, después de eso todo paso muy rápido.
*comienza lemmon, esto es opcional, no es relevante en la historia, no es necesario que lo leas*
Ya no tenía una almohada en mi cara, ahora tenía su rostro encima del mío, nuestros labios estrellándose en un fogoso beso, Bella volvió a frotar nuestos sexos ahogando sus gemidos en mi boca, en un rápido moviemiento nos giré para quedar encima de ella y luego comenzar a besar su cuello viajando desde su clavícula hasta sus hombros.
-al parecer yo te atrapé a ti- bromeó Bella, me reí antes de seguir con mi tarea, sin dejar ningun rastro de piel sin besar, Bella comenzó a mover sus manos por mi espalda, bajando cada vez más hasta llegar al final de mi camisa, ni siquiera se molesto en sacármela, simplemente la rompió en medio segundo haciendo que mi torso quedara desnudo, ahora si que paseó sus manos por cada pedazo de piel al que pudiera llegar, sus mágicas manos hacían maravillas en mi piel, volví mi atención a lo que yo estaba haciendo, ni siquiera lo pensé cuando ya había roto el lindo vestido que Bella tenía puesto, que pena, pero se veía mucho mejor con esa sexy lencería negra que hacía que su piel se viera aún más pálida y que casi brillara a la luz de la luna, sin perder más tiempo seguí dejando besos húmedos por su clavícula para luego seguir bajando hasta el escote que dejaba su sujetador, Bella se estremeció cuando besé uno de sus pechos por encima de la tela, seguí bajando por su estomago, marcando cada espacio como mío, besando su ombligo, solo para después volver a subir a su cuello, por mientras Bella forcejeaba con el botón de mis jeans, no pude reprimir una sonrisa al ver lo ansiosa que estaba, era tan...exquisitamente tierna, cuando por fin pudo sacar mis pantalones y tirarlos a una esquina de la pieza una sonrisa de victoria se asomó por su hermoso rostro, volví a juntar nuestros labios, recorrí su labio inferior con mi lengua pidiendo su permiso, ella entreabrió su boca dejándome profundizar el beso, pero mis manos no se pudieron quedar quietas mientras nuestros labios se fundían en uno solo, busqué el broche de su sujetador, cuando por fin pude desabrocharlo, lentamente pasé los tirantes por sus hombros, alargando el tiempo previo al paraiso, finalmente logré dejar a Bella solo con una prenda, ella se junto a mi pecho sintiéndo como nuestros cuerpos semidesnudos encajaban perfectamente, me separé de sus labios para volver a trazar un camino desde su cuello hacia abajo, cuando llegué al valle de sus pechos dejé un casto beso antes de rozar mis labios con la desnuda piel que Bella me entregaba en bandeja, solo rocé sus pechos haciendo que Bella gimiera y arqueara su espalda.
-perfecta- susurré antes de volver a su cuello y seguir disfrutando de su sabor y su aroma, moví mis manos de su cintura hasta el borde de su ropa interior, pasé mis dedos por el borde de esta antes de bajarlas lentamente disfrutando de la sensación de tenerla solo para mí, cuando por fin quedó desnuda a mi vista no pude dejar de verla de arriba abajo, memorizando cada milimetro de su magnífico cuerpo, cuando llegué a su rostro noté su dulce sonrojo que me hacía recordar que detrás de toda esta pasión estaba la dulce chica que conocí hace más de 100 años que se sonrojaba con una simple sonrisa, Bella me miró a los ojos con lujuria, no dudo ni un segundo en arrancarme la última prenda que me quedaba para luego besarme desesperadamente contagiándome su lujuria, Bella no paraba de torturarme con sus pensamientos, y ni siquiera lo hacia a propósito, solo eran las sensaciones que ella sentía, sin poderlo resistir más me posicioné en su entrada, sin dejar de besarla comencé a adentrarme en ella lentamente recibiendo las olas de calor que Bella me transmitía, cuando estuve completamente dentro de ella ambos soltamos sonoros gemidos ahogados entre nuestros besos, Bella movió sus caderas para que la hiciera mia de una vez por todas, salí de ella casi completamente solo para penetrarla de nuevo más rápido y más fuerte tal y como sus pensamientos me pedían a gritos, Bella arqueó la espalda cuando mis movimientos aumentaron, separamos nuestras bocas para poder normalizar nuestras respiraciones, bajé mi cabeza hasta sus pechos y comencé a besarlos mientras seguía penetrándola.
-Bella, mmm, te amo.
-Edward- estocada- eres- estocada, gemido- increíble- estocada- mmmm, dios- estocada- te amo tanto- murmuró antes de comenzar a tiritar bajo mis brazos, esa imagen, Bella estremeciéndose de placer entre mis brazos, era algo incomparable, inigualable, pronto sentí sus paredes apretarse contra mi miembro haciendo que otro gemido se me escapara, sentí que ya estaba al borde, Bella apretó sus uñas en mi espalda y comenzó a mover sus caderas casi frenéticamente chocando contra las mías, mis manos se pasearon por sus muslos, tomé su pantorrila y puse una de sus piernas en mi hombro haciendo que la penetrara más fuerte, esto era intenso, ya no pude aguantar más y tuve mi orgasmo unos segundos después de Bella, sentía que tocaba el cielo con cada ola de sensaciones que me llegaba, no sé cuanto tiempo habrá pasado pero cuando volví a ser consciente de lo que había a mi alrededor, sentí cosquillas en mi espalda, me estremecí y vi moverse algunas cosas blancas, miré el cubrecama, estaba todo lleno de plumas, sentí un suspiro, levanté mi mirada para encontrarme con Bella recién recuperándose de su orgasmo y regalándome una sonrisa, miró los plumas y se rió.
-¿te gustaría un baño para sacar todas las plumas de tu cabello?- le pregunté mientras sacaba una pluma que estaba enredada en su pelo castaño.
-solo si me acompañas- me contestó con una sonrisa picarona, le devolví la sonrisa, esta sería una noche larga, sin duda, no quería que terminara.

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          n
       d

Nota de autor: no puedo creer que una eternidad perdida en tus ojos alla terminado, puedo decir, orgullosamente, que me encantó, ojala compartan mi opinión, espero que les guste el  final :D, y les doy las gracias x apoyarme, me disculpo por el retraso, peor las vacaciones estuvieron increíbles, chicas, un consejo, cambien su amor de invierno por uno de verano xD, yo tuve dos, mejor aun jajajaja, y aun no se acaba el verano1 313 jajajajajajjaja xD; en fin, en unos segundos se viene el siguiente capi de afortunada!!! sisisi, y se pone buena, comienza el plan ñaca ñaca :P

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